Los bahreiníes indignados salieron el viernes a las distintas calles de Manama, la capital bahreiní, para protestar contra la presencia militar británica en el pequeño país árabe del Golfo Pérsico.
Los manifestantes expresaron su profunda preocupación por el aumento de la presencia militar extranjera en el país.
El Reino Unido ha iniciado los trabajos de construcción de su nueva base militar en Bahréin. El ministro británico de Asuntos Exteriores, Philip Hammond, asistió a la ceremonia de inauguración celebrada en el puerto de Mina Salman.
La base británica de 15 millones de libras esterlinas (unos 23 millones de dólares), que se aportará en su mayoría por el régimen de Al Jalifa, podrá acoger los portaaviones de la clase “Queen Elizabeth” así como destructores tipo 45.
La monarquía Al Jalifa, que ha sido testigo de sangrientas protestas contra el régimen desde 2011, también alberga la Quinta Flota de la Naval de EEUU para proteger a la familia real de Bahréin y asegurar el dominio estadounidense en la región rica en petróleo.
En los últimos años, miles de bahreiníes han celebrado numerosas manifestaciones para pedir el fin del régimen Al Jalifa.
Varios bahreiníes han sido torturados o asesinados y miles han resultado heridos y detenidos durante la represión del régimen contra las manifestaciones pacíficas.
Sin embargo, los países occidentales insisten en apoyar al gobierno de Bahréin y se han mantenido en silencio frente a los abusos del régimen de Manama contra las protestas populares.