“Estamos bien seguros de que esta Intifada acabará con Israel (…) resulta imprescindible hacer uso de la voluntad y la firmeza de la nación y el liderazgo palestinos para lograr una estrategia práctica, unificada e influyente para presionar a Israel y materializar los objetivos de todos los palestinos”, señaló.
En lo referente a la escalada de tensiones entre los palestinos e israelíes, Mashal sostuvo que la movilización de los palestinos contra las agresiones israelíes es una muestra de que la causa palestina sigue siendo un asunto de gran envergadura.
Estas declaraciones coinciden con una situación de máxima tensión a raíz de los asaltos de militares israelíes y de la profanación de la Mezquita Al-Aqsa por parte de colonos y fuerzas del régimen de Tel Aviv.
El 9 de octubre de 2015, HAMAS llamó a la nación palestina a lanzar una Intifada con el fin de “liberar Al-Quds” de décadas de ocupación bajo el régimen israelí.
Desde el inicio del nuevo levantamiento popular en la ocupada Cisjordania y la Franja de Gaza, unos 75 palestinos han perdido la vida y cientos han resultado heridos a manos de colonos y soldados israelíes, según el Ministerio palestino de Salud.