Un grupo armado que opera en Egipto y afiliado a Daesh se atribuyó la responsabilidad del supuesto derribo del Airbus A321-200 que causó la muerte a sus 224 ocupantes.
No obstante, el Kremlin negó que Daesh haya derribado su nave, pero no descartó la posibilidad de un atentado terrorista.
Los motivos por los cuales el Gobierno de Vladimir Putin negó que el grupo terrorista de Daesh fuese el responsable del derribo del avión radican en que los elementos terroristas no disponen de misiles capaces de alcanzar un avión a 30.000 pies. Sin embargo, la caída de un Metrojet sólo se explica por una "acción exterior", de ahí que los expertos exploren cada vez con más fuerza la posibilidad de que haya sido una bomba la que produjo la tragedia.
Según recogió el medio británico “The Daily Mail”, un experto en aviación escribió en un foro de internet de pilotos profesionales que la cola de la aeronave muestra evidencias de que “la piel exterior” del fuselaje es posiblemente indicativa de que una fuerza actuó desde adentro y como no hubo ninguna llamada de emergencia por parte de los pilotos hacia la torre de control en la Tierra, la idea del fallo técnico fue perdiendo vigor.
Según la mencionada fuente, el avión sufrió sacudidas antes de iniciar el descenso y colisionar contra el suelo. Algunos tripulantes, todavía sujetos a sus asientos mediante el cinturón de seguridad, fueron absorbidos por un agujero que se abrió al fondo de la nave como consecuencia del desprendimiento de la cola. El siniestro se produjo 23 minutos después del despegue.
La incógnita más importante que se ha convertido en una obsesión para las autoridades egipcias es cómo los elementos terroristas pudieron colocar la bomba dentro del avión, bajo estrechas medidas de seguridad. Ante esta situación, hay una hipótesis que habla de lazos entre el régimen de Israel y el grupo terrorista de Wilayat Sina, la filial egipcia del takfirí Daesh, y teniendo en cuenta la influencia de los israelíes dentro de los servicios egipcios de inteligencia, se aborda la posibilidad de que los israelíes, en colaboración con el Gobierno de Washington, hayan facilitado a los terroristas infiltrarse y colocar la bomba.
Pero, ¿Qué motivo podría convencer al régimen de Israel y EEUU a cometer este crimen?
En primer lugar, tienen la intención de obstaculizar la mejora de las relaciones entre El Cairo y Moscú, pues no favorece para nada sus intereses.
En segundo lugar, pretenden mostrar su capacidad a la hora de apuntar los intereses de Rusia en cualquier rincón del mundo, una vez que este último cruce las líneas rojas del régimen israelí.
Asimismo, de este modo se vengaron por el derribo de un avión de Malaysia Airlanes en el este de Ucrania; caída achacada a los prorrusos.
Finalmente, han desafiado a los servicios de inteligencia de Egipto enviando una advertencia al presidente Abdul Fattah al-Sisi, de que su política exterior debe ser coordinada con ellos.
Desde que se produjo el accidente, han circulado teorías que apuntan a la participación de la filial del grupo terrorista Daesh en Egipto, denominada 'Provincia de Sinaí' y muy activa en la zona del siniestro.
Un día después de que la compañía aérea achacara la tragedia a un factor externo, tres nuevas revelaciones apuntan hacia la tesis de un sabotaje a bordo.
En declaraciones a la cadena NBC un funcionario estadounidense que sigue de cerca la investigación del accidente ha señalado que un satélite infrarrojo detectó un destello de calor a la misma hora en la que el Airbus A-321 se estrelló sobre Al Hasana, a unos 70 kilómetros al sur de Al Arish, la capital del norte del Sinaí.
La inteligencia estadounidense considera que podría ser una especie de explosión interna a partir de un depósito de combustible o una bomba.