Alwaght- Las capacidades culturales y sociales son consideradas un aspecto importante del poder blando de los Estados y pueden ser utilizadas para promover los objetivos de la política exterior. En este sentido, hay que tener en cuenta, primero, cuáles son las estructuras, características y condiciones culturales y sociales de Yemen para hacer frente a la coalición árabe, liderada por Arabia Saudí, su enfoque y sus medidas. Entre otras características culturales y sociales de Yemen destacan la coexistencia religiosa pacífica, la estructura tribal y las tendencias culturales, sociales, independentistas y las diferencias sociales entre el norte y el sur.
La coexistencia pacífica entre los musulmanes chiíes y suníes es la primera característica social de los yemeníes que ha obstaculizado el avance de las fuerzas saudíes en el territorio del país árabe. En cuanto a las características religiosas en Yemen, cabe mencionar que más del 45 por ciento de la población (casi 25 millones de personas) es zaidí, una rama del Islam chií que tiene las tendencias más alineadas con los suníes, mientras que el resto de los pobladores son suníes de la rama shafií. Tales condiciones han facilitado desde hace muchos años un consenso religioso entre las principales sectas del país.
Mientras que la coalición árabe, liderada por Arabia Saudí, utiliza al grupo terrorista Al-Qaeda para provocar la discordia y aumentar las divergencias étnicas y religiosas entre los chiíes y sunitas yemeníes con el objetivo de cumplir con sus objetivos expansionistas, la coexistencia religiosa entre los yemeníes puede convertirse en un factor disuasivo ante la ocupación saudí.
La segunda peculiaridad del pueblo yemení se refiere a su sistema tribal y la estructura de las relaciones dentro del mismo. El sistema tribal es considerado una particularidad social en el país árabe, un factor importante en la formación de coaliciones de resistencia ante la invasión saudí. En Yemen, las costumbres y las tradiciones de las tribus son más influyentes que las leyes. Bajo tales circunstancias, el gobierno y su administración son más vulnerables que las estructuras tribales del país. Para evaluar el poder verdadero del sistema tribal del país hay que estudiar la situación de Yemen del sur, donde los partidos comunistas dirigieron el país durante casi dos décadas desde su independencia hasta su reunificación con Yemen del norte en 1990.
A pesar de que el sistema comunista reprimía cualquier estructura tradicional yemení en el marco de su lucha contra clases de la sociedad, el sistema tribal no desapareció nunca y consiguió recuperarse tras la desintegración del comunismo en Yemen. En su lucha contra las fuerzas saudíes, el Ejército yemení y el movimiento popular de Ansarolá prestan mucha atención a las estructuras tribales del país y se mantienen en contactos con los líderes de estas tribus.
El espíritu independista del pueblo yemení que rechaza cualquier forma de poder coercitivo y de autoritarismo, es su tercera particularidad histórica. Desde el punto de vista histórico, Yemen nunca ha aceptado la ocupación extranjera. La gran historia de este país habla de épocas de gloria, entre ellas, el reinado de Sabá y sus sucesores e incluso después del Islam que tenía un sistema independiente de Arabia Saudí.
En realidad la nación yemení goza de un espíritu independentista que en comparación con otras naciones árabes es un caso ejemplar, en otras palabras, se trata de un nacionalismo histórico que viene desde muy lejos. Al lado de otras dos peculiaridades mencionadas (la coexistencia religiosa y el sistema tribal), las tendencias nacionalistas e independistas del pueblo yemení no dejarán a los invasores saudíes ganar terreno dentro del territorio yemení tal y como había planteado el régimen de Riad.