Si llevamos a cabo un estudio sobre el grupo extremista Daesh, aparte de la psicología política, podemos destacar algunas motivaciones y contextos psicológicos:
La reunión de las condiciones psicológicas necesarias para la toma de tales medidas (sentir injusticia o ser atraído por la violencia)
La necesidad de dependencia y pertenencia (califatismo)
Deseo de gozar de una buena posición social (identidad)
Obtener recompensas tanto en este mundo como después de la muerte (crear atracciones en este mundo e invitación al paraíso)
Con el objetivo de dar una explicación científica de los orígenes del extremismo y radicalismo se han abordado diversas teorías basándose en ciertos aspectos del sistema psicológico del ser humano que han sido evaluadas según las experiencias. Para lograr una comprensión clara de la psicología política de Daesh, y sus comportamientos basados en la violencia, necesitamos realizar una etiología de su extrema violencia.
La psicología política de Daesh se ha abordado mediante el reconocimiento de las situaciones sociales (ambiente) y las características individuales (fundamentos intelectuales) de sus líderes, de acuerdo con la opinión de políticos y militares. En este sentido, más que una corriente religiosa, tal y como alega el mismo Daesh, la banda armada parece ser una corriente social que representa las frustraciones del mundo islámico con estos componentes.
EL egocentrismo: El egocentrismo es una de las características de grupos takfiríes, mientras que en el Islam se recomienda alejarse de esta característica, pues tiene sus raíces en la arrogancia. Los estudios psicológicos, llevados a cabo sobre Daesh ponen de manifiesto que el índice más destacado en este grupo armado es el egocentrismo extremo.
La ignorancia y la maldad del grupo (discordia): Entre otros elementos efectivos de este grupo takfirí se destaca la ignorancia y la maldad individual de sus miembros, pues esta banda radical sigue ampliando su territorio ocupado mediante diversas herramientas, entre ellas, la desmoralización, la propagación de desconfianza y discordia entre los diversos grupos islámicos y no islámicos.
El terror y la popularidad exponencial: El enfoque dualista y contradictorio de Daesh en el espacio de los medios de comunicación y su rendimiento en el comportamiento político se basa fundamentalmente en la creación de terror y la violencia.
La emisión de imágenes de la decapitación y la matanza de civiles es solo una parte de los mensajes de Daesh. Los elementos radicales de Daesh que proceden de otros grupos yihadistas son abusados por las políticas del líder del grupo takfirí, Abubakr al-Bagdadi.
Mientras que otros grupos han puesto restricciones ante las tendencias takfiríes de sus combatientes contra sus opositores, Abubakr al-Bagdadi ha concedido a sus fuerzas una libertad total para efectuar cualquier tipo de violencia.
Este salvajismo, brutalidad y bestialidad con atentados suicidas contra los puestos de control, representan una estrategia de suma importancia que usa en la guerra esta organización y que se practica a altos niveles. No obstante, no se nota un poder militar en sus enfrentamientos.
Esta estrategia de ataques suicidas, ante la cual han fracasado los servicios de inteligencia más poderosos del mundo, ha dejado muchos impactos en una región colmada de caos.
Narcisismo: El grupo terrorista Daesh busca apropiarse de un territorio donde pueda ser admirado por sus propios miembros, porque la potencia de sus fuerzas se ha desgastado y, además, no tendrán ningún lugar en sus países de origen. En este sentido, las fuerzas narcisistas de Daesh han ocupado territorios para luego obligar a sus pueblos a jurar lealtad a este grupo extremista.
El concepto de narcicismo se manifiesta en el rechazo de las críticas, por lo tanto, cualquier tipo de crítica aunque sea constructiva, no es aceptada por miembros de este grupo. En sus comportamientos, ellos reclaman un derecho que no es negociable.
Humillar a la gente y al territorio ocupado: El califato de Daesh no se basa en la lucha contra la tiranía y el colonialismo sino en conflictos tribales, y la literatura de esta banda está llena de palabras y expresiones basadas en la enemistad con los demás. En tales condiciones, una de las motivaciones del extremismo en la violencia es humillar a las víctimas.
Mediante masivas propagandas, Daesh trata de humillar a sus víctimas psicológicamente; o los llama infieles o apóstatas (a quienes no juran lealtad con el grupo) e intentan llevar a sus rivales al margen utilizando lemas con conceptos tribal, religioso e ideológico.