Alwaght- En las últimas semanas, se han producido distintos acontecimientos que permiten hablar de un cambio progresivo en la actitud de Egipto hacia Siria. El reciente factor es que el diario libanés Alakhbar había informado en el pasado mes de agosto que el jefe del Consejo Nacional de Seguridad de Siria, Ali Mamluk visitó a Egipto, donde mantuvo encuentros con autoridades egipcias, entre ellas, el presidente Abdel Fatah al-Sisi. Según la fuente la reunión con el presidente egipcio desembocó en resultados positivos, toda vez que las partes acordaron enviar representantes diplomáticos para restablecer las relaciones en todos los campos.
También las dos partes acordaron en que" Egipto juegue un rol significativo en el conflicto armado de Siria ya que la seguridad de Egipto está relacionada con la de Siria". En 2012, Egipto decidió romper definitivamente las relaciones diplomáticas con Siria y anunció que cierra su embajada en Damasco. El presidente Mohamad Morsi mostró así su claro apoyo a la oposición armada que lucha contra el Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad. Sin embargo los dos Estados mantuvieron las cooperaciones de seguridad entre sí mismo.
Entre las indicies que demuestran el acercamiento entre los dos países se puede referir a la reciente entrevista del ministro de Exteriores de Siria, Walid al-Moalem, con el canal egipcio “Al-Nahar”, fuente cercana al Gobierno que se trata de la primera entrevista de un funcionario sirio con los medios egipcios después de que se inició la crisis en el país árabe en 2011.
Por otra parte, Al-Moalem, recibió con los brazos abiertos a la delegación de los medios de comunicación egipcios que había viajado a Siria para ver in situ la coyuntura la crisis siria y preparar informes sobre la resistencia del pueblo sirio ante las atrocidades y actos de sabotaje de grupos radicales. Durante su presencia, la delegación egipcia mantuvo reuniones con funcionarios sirios de alto rango entre ellos, el mandatario sirio.
El rotativo libanés recordó que el presidente sirio, Bashar al-Asad había expresado en una entrevista del 25 de agosto a la televisión de su país que las relaciones entre Siria y Egipto traerán equilibrio al mundo árabe, y que Siria comparte una trinchera común con el pueblo y el Ejército egipcio en su lucha contra el terrorismo.
Otra prueba de la convergencia entre Siria y Egipto es: las declaraciones del secretario general de la Liga Árabe (LA), Nabil al-Arabi, cuando dijo que está dispuesto a mantener conversaciones, en cualquier momento, con el ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid Moalem. Además afirmó que Siria sigue siendo miembro de la Liga Árabe y su membresía en la entidad no está suspendida, sino que su participación en todas las actividades de ese mecanismo ha quedado congelada. Del mismo modo señaló que el Gobierno de El Cairo y varios otros Estados tienen la intención de acercar sus posturas a la del Gobierno de Damasco, pues tienen una visión parecida respecto a los grupos terroristas.
Por su parte el diario egipcio, Al-Ahram, mediante un artículo de su director, "Mohammed Abdul Hadi Allam" criticó la semana pasada algunos de los países árabes e internacionales que condicionan la marcha del Asad de Siria como una solución para el conflicto de este país árabe, afirmando que el Gobierno en el poder de Damasco debe ser parte de la solución de la crisis siria ya que el presidente sirio es popular entre la población siria.
Por su parte el portal Web israelí Debka informó que el presidente egipcio Al-Sisi y su homólogo ruso, Vladmir Putin llegaron a un acuerdo para que Egipto brinde misiles al Ejército sirio en su lucha contra el terrorismo. Además los grupos terroristas que operan en Siria publicaron fotos de restos de misiles Hawk (una versión actualizada del misil de fabricación rusa Grad) que llevan los rótulos de la “Organización Árabe para la Industrialización” y “Fábrica de Sakr”, una planta egipcia que desarrolla este tipo de misiles de gran poder destructivo.
Síntomas de la convergencia entre Siria y Egipto
Además de relaciones históricas los dos países comparten puntos comunes. Los gobiernos de ambos Estados (Siria y Egipto) tienen la misma postura ante los países partidarios del movimiento de los Hermanos Musulmanes (HHMM) y también los grupos terroristas que se encuentran en Siria e Irak.
En el caso regional, los líderes egipcios decidieron cambiar su enfoque hacia Siria y, por ende, hacia Rusia para luego poder sacar adelante sus objetivos diplomáticos.
Desde de que Al-Sisi asumió el poder en Egipto, estaba muy interesado en ampliar las relaciones con Rusia y su visita del último mes a Moscú demuestra eso, donde se ha establecido un nuevo eje ruso-árabe compuesto por (Egipto y Siria con Rusia) frente el eje árabe-estadounidense en la región.
La visita de Al-Sisi a Moscú se coincidió con el reciento apoyo claro de Rusia a Siria, donde desplegó aviones, equipos militares y armas sofisticadas en su base en la ciudad de Tartús, este de Siria, así como las fuerzas rusas realizaron maniobras militares en las costas siria en un intento de expresar su total apoyo al Gobierno de Damasco en su batalla contra los terroristas.
A su vez, los dos países, Egipto y Siria, consideran a Turquía como su principal enemigo ya que El Cairo y Damasco consideran a los Hermanos Musulmanes como grupo terrorista y denuncian el apoyo de Turquía al mismo.
En cuanto a los grupos terroristas, tanto Siria como Egipto tienen la misma postura, una razón para que estos dos opten por un enfoque común en su lucha contra grupos extremistas, mientras que se informan cada vez más ataques terroristas contra el pueblo y el Ejército egipcio en la península del Sinaí, en el norte del país árabe.
Por último, Egipto a través del mejoramiento de las relaciones diplomáticas, los líderes egipcios buscan mejorar su posición en la región como un país influyente y esto es de gran importancia, precisamente, después de los acontecimientos del Despertar Islámico que provocaron la ruptura de numerosos lazos políticos.