Los manifestantes también pidieron la inmediata liberación de Sheij Salman, quien dirige el principal bloque de oposición chií de Baréin, la Sociedad Nacional Islámica Al-Wefaq, y otros encarcelados.
Así mismo, los bahreiníes celebraron reuniones similares en la aldea Bilad Al-Qadim, un suburbio en el sur de la capital Manama.
Sheij Salman fue arrestado el 28 de diciembre de 2014, bajo las acusaciones de promover el cambio del régimen y colaborar con las potencias extranjeras. El pasado 16 de junio, un tribunal bahreiní condenó a Salman a cuatro años de cárcel.
El clérigo chií ha negado rotundamente las acusaciones, insiste en que él buscaba una nueva agenda de reformas en el país a través de medidas pacíficas.
La detención de Salman provocó enormes reacciones, tanto dentro como fuera de Bahréin, pues, líderes, gobiernos y organizaciones internacionales pidieron su liberación inmediata.
El régimen de Manama ha sido severamente criticado por grupos de derechos humanos por su dura represión contra los manifestantes, la que ha cobrado la vida de decenas de personas en los últimos años.
Los tribunales bahreiníes les han condenado a más de 200 activistas a penas de prisión, sobre todo a largo plazo bajo la acusación de presunta participación en actividades terroristas. Además, al menos 70 activistas han sido condenados a cadena perpetua desde que el levantamiento popular comenzó en Bahréin a mediados de febrero de 2011.