Arabia Saudí, que en cinco meses de bombardeos implacables contra Yemen no ha conseguido sus objetivos, esta vez, ha puesto la intervención directa en su agenda con el fin de ocupar algunas partes de Yemen. Para conseguirlo, Riad intensificado durante los últimos días sus ataques contra las provincias norteñas de Yemen para así causar severas bajas tanto a Ansarolá como al Ejército yemení. Las fuentes locales yemeníes informaron el martes que la coalición saudí durante 24 horas había efectuado 150 ataques contra Saada. Conforme a las declaraciones de las fuentes yemeníes, los cazas saudíes, lanzaron diferentes bombardeos sobre la región de Marán, lugar de nacimiento del líder de Ansarolá, Abdul-Malik al-Houthi. Es este mismo sentido, la agencia iraní Isna, citando a la agencia yemení Saba, escribió que al mismo tiempo que han aumentado las agresiones aéreas saudíes se prevé que la coalición invasora de Arabia Saudí daría inicio a una intervención militar terrestre desde la provincia de Saada.
Los analistas políticos consideran que esta medida de Al Saud tiene como fin neutralizar el avance de Ansarolá en las regiones sureñas saudíes. Según las fuentes castrenses, las fuerzas militares con centenares de tanques y vehículos blindados han marchado hacia las fronteras de Yemen y Arabia Saudí. Esta actitud de los saudíes tiene lugar mientras que Ansarolá después de retirar a sus fuerzas de la parte sureña del Yemen, ha desplegado un sin número de combatientes en las fronteras con Arabia Saudí con el fin de avanzar hacia el territorio saudí, más aún, las fuerzas yemeníes han provocado amplios daños materiales y humanos a Riad incluido la muerte de un comandante saudí de brigada —uno de los resultados más graves de las ofensivas yemeníes contra saudíes. La decisión de Riad de llevar a cabo ataques terrestres en Yemen justo cuando Ansarolá y los grupos yemeníes se han sentado en la mesa de negociaciones muestra que Al Saud no puede tolerar el alcance de una vía política para zanjar la crisis que atraviesa Yemen. Por tanto, fuentes gubernamentales yemeníes, en una entrevista concedida al diario panárabe Al-Hayat, informaron de la disposición militar de Arabia Saudí para empezar una extensa operación en Saná y otras regiones controladas por Ansarolá y el expresidente de Yemen, Ali Abdolá Saleh.
En este mismo contexto, los cazabombardeos saudíes lanzaron ataques sobre las bases militares de Ansarolá en Mareb y, conforme a los datos facilitados por las fuentes cercanas al fugitivo presidente yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi, un grupo de 25 mil soldados yemeníes entrenados en Riad ha entrado en Marib. Hace algunos días, algunas fuentes declararon que los Emiratos Árabes Unidos (EAU) han aceptado la responsabilidad de llevar a cabo un ataque contra la provincia occidental de al-Hadida y tiene planeado empezar sus ofensivas en esa zona en los próximos días.
Los esfuerzos de Riad y las fuerzas de la coalición para llevar a cabo ataques terrestres en Yemen se producen mientras que los saudíes hasta el momento no han sido capaces de dominar la provincia sureña de Adén. Desde el inicio de la invasión saudí, Riad soñaba con tomar el control de Adén para devolver a Mansur Hadi a esta provincia y luego atacar Saná. La iniciativa de Riad para emprender ofensivas contra Saná es una forma de automutilación que podría acarrear consecuencias irreparables para los saudíes puesto que las fuerzas de Ansarolá y sus aliados tienen bajo su control Saná y los ciudadanos de esta urbe en reiteradas ocasiones han rechazado los crímenes que comete Arabia Saudí en Yemen, lo que complica a Riad alcanzar su objetivo.
Los yemeníes infligen daños a los saudíes
El Ejército yemení y Ansarolá han asestado serios daños a las fuerzas saudíes. Durante los últimos días las bases militares saudíes en la provincia sureña de Jizán han sido blanco de los ataques de Ansarolá y algunas sedes castrenses han sido ocupadas por las fuerzas de este movimiento.
Las fuerzas populares y el Ejército de Yemen también bombardearon la base militar de Al-Radif en la región de Jizán y, como consecuencia de esta ofensiva, un número desconocido de los militares saudíes perdieron la vida y otros resultaron heridos, además, otros huyeron y algunos de sus blindados fueron destruidos. Las fuerzas del Ejército yemení y las de los comités populares informaron de la toma del control de las nuevas colinas en Jizán y enfatizaron que continuarán los avances en esta zona. Algunos de los vehículos blindados y tanques saudíes fueron arrasados en la operación en el este del distrito de Al-Khobe en Jizán. Asimismo, el Ministerio de Defensa yemení informó de la destrucción de dos vehículos militares saudíes durante una operación del Ejército y las fuerzas populares yemeníes en Al-Khobe.