En este contexto el empeoramiento de las relaciones entre Turquía y el régimen de Israel que fueron provocados por el cerco israelí contra el enclave costero dio señales de que Ankara va a formar parte de la resistencia de la región cuyo fin es defender la causa palestina.
El resultado de estas políticas redujo las protestas de la oposición en el país euroasiático además provocó un crecimiento económico, así como aumentó el volumen de exportación de los productos turcos a sus vecinos, en particular Siria e Irak.
Turquía y el cambio en su política hacia sus vecinos
Justo después del inicio de la denominada primavera árabe (Despertar Islámico) en 2011, la diplomacia de Turquía respecto a sus vecinos se cambió drásticamente.
En un corto período de tiempo no exceda meses, las ambiciones del Imperio Otomano comenzaron a aparecer una tras otra en el núcleo subyacente del Partido de la Justicia y el Desarrollo. En este sentido Turquía apoyó la política de los Hermanos Musulmanes (HHMM) en Túnez y Egipto, en un intento para que los HHMM lleguen al poder en sus propios países, pues así gobiernan sus países en el nombre del Imperio Otomano.
Respecto a la crisis siria: desde el inicio del conflicto armado en el país árabe Turquía ofreció todo tipo de ayudas a los grupos terroristas y takfiríes que operan contra el Gobierno de Damasco. En este sentido Turquía abrió todas sus fronteras que comparte con Siria con el fin de facilitar la entrada de estas bandas extremistas al país árabe para derrocar el Gobierno del presidente sirio, Bashar al Asad. Y hasta ahora los apoyos que brindó Ankara a los grupos armados en Siria no tuvieron buenos resultados para este país ya que la resistencia del pueblo sirio ante las bandas terroristas es la mejor señal de que Ankara no logró sus objetivos a la hora de secundar a estos terroristas en Siria.
Es de mencionar que las políticas intervencionistas de Turquía no se limitaron en Siria, ya que este país con el apoyo de otros países árabes del Golfo pérsico conspiró contra Irak y allanó el camino para la llegada del grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe) a este país. Sin embargo el principal objetivo de Turquía de tal medida además de debilitar Irak fue acabar con el sueño de los kurdos para formar un gobierno independiente mediante obligar a los kurdos defender asimismo ante el peligro de Daesh y olvidar la creación de un Gobierno.
Después de todo eso los turcos fueron obligados a entrar en una guerra bautizada ‘hacer frente a los integrantes del EIIL’, pero en realidad su ofensiva buscaba frenar el avance de los combatientes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
En cuanto a la política exterior turca, su acuerdo con los Estados Unidos para luchar contra el "terrorismo" y la caída del sueño de Turquía para entrar en la Unión Europea (UE) muestran el fracaso de la diplomacia turca. Sin embargo no debemos olvidar la prosperidad en sus relaciones con Catar y con el presidente de la región iraquí del Kurdistán, Masud Barzani, así como lazos con otras organizaciones que según el Partido Justicia y Desarrollo no suponen ningún valor para Ankara.
Debido a sus políticas erróneas la economía de Turquía recibió duros golpes. En los últimos tres años la Lira turca ha perdido mucha de su valor en el mercado internacional. Además el alto costo del Gobierno y sus políticas exteriores hacia sus vecinos agravaron la situación económica en el país euroasiático.
En cuanto a los asuntos internos, el fracaso del Partido Justicia y Desarrollo en las elecciones generales provocó que AKP pierda su influencia en el país. El AKP, desde hace 13 años en el poder, se ve obligado a formar una coalición debido a que perdió la mayoría absoluta en las elecciones generales, obteniendo el 41 por ciento de los sufragios (258 escaños del total de 550).
Además los analistas creen las políticas represivas de Erdogan aplicadas contra la oposición y los kurdos provocó discrepancias entre el pueblo turco. Por último afirman que si el Gobierno turco anuncia elecciones anticipadas recibirá duro revés electoral, contrario a lo que piensa Erdogan.