Alwaght- De acuerdo con los acontecimientos de los últimos años, muchos creen que la ecuación Putin-Médvedev podría repetirse en Turquía con la dupla Erdogan-Abdolá Gül.
Es de suma importancia destacar que el enfoque del expresidente de Turquía Abdolá Gül es diferente al del actual mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, especialmente sobre la democracia. Mientras Gül, enfatizó la importancia del respeto a los derechos de los ciudadanos y a la democracia, cuando lideraba el ala moderada del Partido Justicia y Desarrollo (AKP por sus siglas en inglés), Erdogan con un enfoque autoritario, ahora dirige la facción extremista del AKP.
Considerando los diferentes enfoques en la dirección del AKP, a partir de 2008 se puede ver una división partidista en esta organización. Esta brecha, desde 2011, se ha extendido al ámbito de las relaciones exteriores de Turquía con Egipto, Siria e Israel y poco a poco se ha ido intensificando hasta la eliminación de Gül del AKP, Erdogan no solo le arrebató la presidencia sino que no le permitió ser primer ministro.
Durante los últimos meses, Gül y sus asesores fueron fuertemente el blanco de críticas lanzadas desde medios de comunicación cercanos a Erdogan, empero, después de su derrota en las elecciones parlamentarias, el AKP ha cambiado de enfoque y ha dejado de apuntar contra Gül.
Por otra parte, aunque parecía que Abdolá Gül iba a apoyar la formación de un gobierno de coalición con el Partido Republicano del Pueblo (CHP) y consideraba desventajosa la celebración de las elecciones anticipadas para el AKP, empero se ha acabado el plazo para la formación de un gobierno de coalición y el gabinete del premier turco se quedará en el poder por un periodo de tres meses, hasta la celebración de las elecciones anticipadas en noviembre de 2015.
Ahora, teniendo en cuenta las declaraciones de los analistas y los medios de comunicación cercanos a Gül, se puede decir que ahora existe el terreno adecuado para un eventual retorno del exmandatario turco al mundo político. A pesar de que Gül, antes había informado sobre su jubilación, actual situación en la que vive Turquía le proporciona a Gül dos nuevos enfoques.
Por un lado, en Turquía, cuando surgen diferencias entre los partidos, es frecuente que se creen nuevas organizaciones políticas, pues es posible que Gül decida formar un nuevo partido. Si bien, hasta el momento, el expresidente turco no ha hecho declaraciones en cuanto a la formación de un nuevo partido, pero —considerando la celebración de posibles elecciones anticipadas— podría derivar en algunas consecuencias. El desvío de una parte de los votos del AKP a este nuevo partido podría ser uno de estos efectos, lo que podría beneficiar a los partidos rivales, es decir, el CHP y el Partido del Movimiento Nacional de Turquía (MHP) en los comicios venideros.
Por otro lado, la reducción de los votos del AKP como consecuencia del espíritu autoritario del presidente de Turquía, la recesión económica del país euroasiático y las discrepancias internas en el AKP ha causado la disminución de la popularidad de Erdogan y Davutoglu. Todo lo dicho anteriormente falicita el terreno para el regreso de Gül al mundo político. De hecho, un gran número de políticos opositores y economistas, últimamente, han hecho referencia al posible regreso de Gül al AKP.
Por tanto, se puede decir que un gran número de los partidarios de Gül esperan que el expresidente de Turquía vuelva, una vez más, al mundo político o constituya un nuevo partido, que en el caso de ser implementado, el partido gobernante del país euroasiático será testigo de preponderantes cambios. Cabe destacar que la decisión de Gül para regresar a la arena política podría perjudicar a la imagen de Erdogan y Davut Oglu. En efecto, la mirada crítica de Gül a las políticas del presidente y el premier del país euroasiático ha desatado una ola de críticas contra estos dos políticos (dentro de AKP).