Alwaght- Se celebraron el domingo, las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, conocidas como PASO, en Argentina, que fueron como una prueba para los partidos políticos del país austral a fin de medir sus fuerzas ante las presidenciales del próximo mes.
En estas elecciones primarias, donde 32 millones de ciudadanos argentinos fueron llamados a las urnas, los candidatos de diferentes partidos políticos fueron consagrados para los comicios generales del 25 de octubre, cuando se elegirán presidente, vicepresidente, 130 diputados y senadores para el Congreso argentino.
Como se preveía según las encuestas, el partido gobernante Frente Para la Victoria, FPV, pudo ganar la mayoría de los votos de argentinos con más de 38,5 por ciento del sufragio total. El FPV ganó en 20 provincias de las 24 del país especialmente en la Provincia de Buenos Aires, con un padrón del 38 por ciento del sufragio total. Mientras la alianza opositora denominada Cambiemos, logró un poco más de 30 por ciento de los votos. Estos dos partidos principales argentinos tienen dos visiones totalmente diferentes sobre las políticas generales del país en cuanto a la economía y asuntos sociales.
El candidato oficialista del FPV, único candidato de esta fuerza política, Daniel Scioli, logró como se mencionó arriba, 38,5 por ciento de los votos, que significa 14 puntos porcentuales más que su rival opositor más cercano, Mauricio Macri, de la Propuesta Republicana, un partido de la alianza Cambiemos, que llegó a 24 por ciento de los votos. En tercer lugar se ubicó la Alianza Unidos por una Nueva Alternativa, UNA, con 20 por ciento de los votos que se dividieron principalmente entre sus dos candidatos Sergio Massa, del Frente Renovador y el conservador radical, José Manuel de la Sota.
Después de conocer los resultados definitivos anunciados por el gobierno, Daniel Scioli, se fue a su bunker en la ciudad de buenos Aires y se dirigió a sus seguidores y también al pueblo argentino.
Scioli aseguró haber tomado con “mucha humildad, responsabilidad, compromiso y gratitud” los resultados de las PASO.
Asimismo el candidato a presidente por el FPV convocó a todos los sectores para avanzar con las transformaciones y no cambios, y reiteró su firme compromiso con las economías regionales y con el desarrollo de la productividad industrial.
También se refirió a su diferencia que tiene con el candidato opositor económico, social y políticamente.
“¿Pero qué de centro, qué de derecha?, yo voy a hacer el correcto”, respondió cuando fue consultado sobre su tendencia política.
El actual gobernador de la poderosa provincia de Buenos Aires anunció que “tiene mucha confianza y certidumbre en lo que está poniendo y que el pueblo argentino no quiere volver a empezar, no quiere una marcha atrás”. Agregó que no recurrirá a las viejas recetas de ajustes y recortes del gasto público.
Por su parte, el opositor conservador y férreo del gobierno kirchnerista, Mauricio Macri, que es un adepto a las políticas ultraliberales del expresidente Carlos Menem, (1989-1999) busca más al mercado y las compañías privadas.
Sin embargo, el opositor Macri, después de las elecciones para la alcaldía de Buenos Aires, donde su delfín Larreta pudo ganar las elecciones con triunfo muy ajustado, confesó que de llegar a la presidencia, aplicaría las políticas sociales del gobierno de la presidenta Cristina Fernández.
Pero parece que el pueblo no cree en sus promesas y sabe muy bien que el empresario quiere el Estado para su Mercado.
Como conclusión, se pude decir que, con respecto a los resultados de las elecciones primarias que se celebraron el 9 de agosto en Argentina, muchos argentinos no están dispuestos a perder los logros y beneficios que han conseguido a través de las políticas sociales del Kirchnerismo, y esto lo han declarado muy explícitamente en las últimas elecciones.
Hay que esperar hasta los comicios generales del mes que viene para ver si el FPV podrá llegar al 45 por ciento de los sufragios para evitar un balotaje en las elecciones presidenciales. O quizá pueda llegar a un 40 por ciento de los votos con una distancia de 10 por ciento para ganar las presidenciales.
Llegue quien llegue a la presidencia, los argentinos no permitirán que sus básicos derechos, como educación, salud y un trabajo digno, se los quite un grupo mercantilista.