Sin embargo, contrario a lo esperado, luego de que Tsipras asumiera el cargo, nada cambió en dichas relaciones ya que SYRIZA, siguiendo los pasos de la Administración helena precedente, continuó cooperando con Israel. Durante los últimos meses, han tenido lugar muchas reuniones políticas, económicas y de seguridad entre las autoridades griegas e israelíes, especialmente entre los ministros de Defensa, de Asuntos Exteriores y de Energía. También, aparte de las maniobras lanzadas en el pasado, actualmente, han retomado nuevas operaciones aéreas con la intención de cumplir con el programa de Cooperaciones Internacionales 2015.
Si echamos un vistazo a las causas de este asunto, entenderemos que el Gobierno izquierdista de Grecia, por varias razones, ha contado con el apoyo de Israel y, en la práctica, ha variado el enfoque ideológico del partido hacia un enfoque pragmático. Mientras tanto, aunque el actual primer ministro griego anteriormente se consideraba uno de los principales opositores de la cooperación militar entre Atenas y Tel Aviv —estuvo al lado de la Flotilla de la Liberación de Gaza y había prometido nada más llegar al poder dar por canceladas las colaboraciones militares entre las partes— la postura que ha adoptado el Gobierno de SYRIZA de estrechar los lazos con Israel, se debe a intereses comunes en diferentes terrenos. Entre tanto, por un lado, Grecia necesita contar con un eje disuasivo poderoso para mantener el balance de poder frente a Turquía, entonces, está obligado a poner interés en sus relaciones militares con Israel.
Dentro de este mismo razonamiento, se encuentra el reciente acuerdo militar firmado entre el ministro griego de Defensa, Panos Kammenos, y su contraparte israelí. De esta manera, Atenas cree que acercarse a Tel Aviv le proporcionará seguridad y más poder por lo que considera un gran paso haber elegido a Israel como su aliado estratégico. En este concepto, teniendo en cuenta los conflictos territoriales históricos con Turquía, por el caso de Chipre, y las disputas sobre el gas en el Mediterráneo Oriental, el Gobierno de Grecia planea formar una coalición con Israel y Chipre para enfrentarse a Turquía.
Por otro lado, se puede considerar la crisis económica de Grecia como otra razón por la cual el partido SYRIZA decidió cambiar su postura hacia Israel, ya que todas las evoluciones en el ámbito de la política exterior de Atenas tienen algo que ver con dicha crisis. De hecho, a pesar de que en los últimos años las relaciones bilaterales entre Grecia e Israel se han desarrollado en distintos campos, entre ellos, la seguridad, la energía, el turismo y la economía, la solución de la crisis económica siempre ha sido el principal motivo de SYRIZA para adoptar un enfoque pragmático hacia los sionistas.
Por un parte, mejorar los nexos con Israel y atraer el apoyo de Tel Aviv puede ser un éxito para el Gobierno izquierdista de Grecia, ya que al aumentar el nivel de inversiones de los judíos en el país europeo, se revitalizará la frágil economía de Atenas que, sin duda alguna, necesita más inversiones extranjeras. Por otra parte, las amplias relaciones de Israel con Estados Unidos y la Unión Europea (UE) podrían influir en el apoyo político y económico del Occidente a Atenas para reducir la presión de las políticas de austeridad.