Asimismo, parece que, durante los últimos días, aún después de la trágica muerte del bebé palestino, se han incrementado los actos de sabotaje de los sionistas contra los palestinos en la parte oriental de Al-Quds. A pesar de que las autoridades del régimen de Tel Aviv han alegado que han puesto en marcha una serie de investigaciones sobre el ataque incendiario registrado el pasado 31 de julio, empero, los medios locales reiteran que los palestinos no toman en serio las alegadas promesas de este régimen. La razón de esta afirmación estaría fundada en las reacciones a similares a actos perpetrados anteriormente por los colonos israelíes contra los palestinos, puesto que los sionistas extremistas, a pesar de de ser condenados, bajo pretextos como trastornos mentales, fueron liberados por el régimen de Tel Aviv. Por tanto, hasta el momento ningún judío extremista no se ha enfrentado a duras penas judiciales por llevar a cabo actos de sabotaje y antipalestinos.
Durante los últimos quince meses, los palestinos en reiteradas ocasiones han sido blanco de las atrocidades salvajes perpetradas por los grupos extremistas sionistas. Si nos concentramos en las cifras oficiales facilitadas por las Organización de las Naciones Unidas (ONU), según las cuales, desde el comienzo del año en curso (2015), más de 200 palestinos han sido objeto de los ataques de los colonos israelíes, nos damos cuenta de que es posible que los colonos cuenten con apoyo del régimen del primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu. Asimismo se puede decir que estos acontecimientos forman parte de las políticas del régimen de Israel, las cuales buscan desde 1948 expulsar a los palestinos de los territorios palestinos ocupados. Pues, en el caso de la continuación y el aumento de los acontecimientos bárbaros que podría, constituir un tipo gradual de acosamiento étnico e incluso, en el caso de la intensificación del genocidio planificado, la responsabilidad de estos actos salvajes podría recaer sobre las autoridades del régimen de Israel.
Teniendo en cuenta lo dicho, nos viene a la mente una pregunta: En esta situación, en la que los palestinos residentes en la Franja de Gaza son amenazados por los extremistas sionistas con el posible apoyo del régimen de Tel Aviv, y carecen de seguridad y derechos humanos básicos, ¿quién es el responsable de proveer la seguridad y los derechos humanos de los palestinos en Cisjordania?
En una primera respuesta parece que la Autoridad Nacional Palestina (ANP), como la única entidad semigubernamental en Cisjordania, es el encargado de proveer la seguridad en la zona, sin embargo, los estudios muestran la ineficacia de esta entidad a la hora de desempeñar su responsabilidad para abastecer la seguridad que es considerada un derecho inalienable de los palestinos.
La ineficacia de la ANP en suministrar la seguridad elemental y los derechos de los palestinos en Cisjordania puede tener diferentes causas, pero totalmente la división de la gobernación de la ANP, según el acuerdo de Oslo II, firmado en 1995, ha causado que esta entidad no tenga mucha autorización para actuar y sean las fuerzas de seguridad israelí quienes disfrutan de un mayor poder para actuar en la zona. La división de Cisjordania en aéreas denominadas A, B, C, tiene lugar mientras que la ANP posee el control de solo el 3 % de Cisjordania. La ANP tiene bajo su control toda la zona A, mientras que el control en las aéreas B y C están divididas entre las fuerzas de la ANP y los agentes israelíes. Cabe indicar que las fuerzas israelíes aprovechan de mayor autorización para actuar.
Sin embargo, el enfoque adaptado por la ANP, después de que Mahmud Abas asumió el poder, fue la principal y más importante causa de la ineficacia de la ANP en defender los derechos de los palestinos. Como consecuencia de la postura de Abas, la ANP dio fin a la segunda Intifada en 2005 después de la celebración de la cumbre de Sharm el-Sheij.
La débil medida de la ANP, que desembocó en el desarme de los palestinos fue adoptada mientras que la población se veía obligada a utilizar las armas para salvaguardar sus vidas y sus territorios ante los ataques que perpetraban a diario las fuerzas de seguridad israelí. Por tanto, la escalada de violencia de las fuerzas de la seguridad israelí y la expansión de la construcción de asentamientos en los territorios ocupados palestinos, son otras consecuencias de la medida de la ANP.
Actualmente, la expansión de las violencias infligidas por parte de sionistas extremistas en Cisjordania, pone en entredicho, más que nunca, la idea del desarme de los palestinos, presentada por la ANP en 2005, y también destaca la necesidad de los palestinos en Cisjordania de armarse para poder así proteger sus vidas. Esta idea que, durante los últimos años, ha cobrado impulso en el mundo musulmán, muchos la justifican diciendo que actualmente la ANP no es capaz de salvaguardar los derechos de los palestinos y solo los mismos palestinos son quienes con el uso de armas pueden defender su vida y la identidad territorial ante las agresiones de los sionistas.