Sin embargo, no se sabe con qué herramientas cuenta Daesh para fortalecer su presencia dentro del país árabe con tanto control sobre sus fronteras.
Durante los últimos tres meses, la explosión de un coche bomba en un centro de control cerca de la cárcel de al-Hair a las afueras de Riad, la capital de Arabia Saudí, y los atentados suicidas en dos mezquitas chiíes en el este de Arabia Saudí, cuya autoría fue reivindicado por el grupo terrorista Daesh, han llevado a los analistas árabes a barajar hipótesis que hablan de condiciones para una presencia potencial de este grupo terrorista dentro del país árabe. Mediante un comunicado, dirigido al pueblo saudí, Daesh había adelantado su inminente presencia dentro de las fronteras saudíes y había pedido a la nación saudí que jurara lealtad al líder del grupo, Abu Bakr Bagdadi.
Teniendo en cuenta que Arabia Saudí es el origen de la ideología wahabí y los movimientos y tendencias derivados de esta, existe en este país las condiciones necesarias para el surgimiento de corrientes radicales salafíes. Por otra parte, cabe mencionar que grupos radicales y opositores en Irak y Siria han reclutado a un gran número de jóvenes saudíes con el consentimiento del régimen de Riad que viene ofreciéndoles sus apoyos estratégicos, financieros e ideológicos.
El número creciente de los prisioneros takfirí-terrorista en las cárceles saudíes es considerado un desafío más para las autoridades de Riad. Según la agencia noticiera de Reuters, 4209 prisioneros pertenecientes a grupos takfiríes se encuentran en las cinco cárceles principales de Arabia Saudí. La mayoría de ellos son de la nueva generación de combatientes que tienen experiencia en lucha pues han estado en Irak. En realidad, aparte de las condiciones de la crisis, que son adecuadas para atraer este tipo de grupos, hay que buscar el principal motivo en los pensamientos wahabíes que se divulgan en las escuelas del país árabe, donde el método de educación se basa en este pensamiento; lo que a juicio de varios de los príncipes saudíes, debe ser revisado.
Por otra parte, hay varios factores que impiden una expansión integral de actividades terroristas dentro del territorio saudí, entre ellos, la existencia de un gobierno estable (en comparación con varios gobiernos de la región) y un control policial estricto, pues cualquier movimiento y manifestación está prohibido. Asimismo, el Ministerio del Interior y el Comité de lucha contra el terrorismo han conseguido reprimir la mayoría de estos movimientos.
Aunque las autoridades de Riad ha prohibido participar en los conflictos de Irak y Siria o incorporarse a los grupos terroristas como Daesh o Frente al-Nusra, varios muftíes wahabíes han emitido una serie de fatwas con el objetivo de allanar el camino para el envío de fuerzas takfiríes.
Teniendo en cuenta todos estos factores, cada vez son más las tendencias a favor de Daesh dentro del territorio saudí, sin embargo, las condiciones del país árabe no dejan a Daesh materializar sus operaciones, así que el grupo terrorista no puede tener una presencia activa en todo el país, y sus atentados se registran de vez en cuando y de forma dispersa.
Hace poco, el Ministerio del Interior de Arabia Saudí informó haber desarticulado una banda terrorista de 431 integrantes de 9 nacionalidades, vinculada al grupo takfirí Daesh. Aunque las autoridades saudíes pretendían lucir las capacidades de su servicio de inteligencia, no se puede negar la preocupación de Riad ante el desarrollo de las amenazas del grupo terrorista.