Factores como el fracaso de las políticas ambiciosas del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) tras la Primavera Árabe, la formación del movimiento los Hermanos Musulmanes en la región, el alejamiento de Irán, Siria y el eje de la Resistencia, así como el debilitamiento económico de este movimiento que ha afectado su popularidad, han provocado que HAMAS busque una política de reflote en la región y aproveche la coyuntura actual justo cuando Arabia Saudí aplica una política reformista hacia los Hermanos Musulmanes.
El jefe de la dirección política de HAMAS, Jaled Mashal, consideró su último viaje a Arabia Saudí como un paso correcto. Al respecto, dijo: “mi viaje a Arabia Saudí abrió una nueva página en las relaciones bilaterales entre este movimiento y los lideres saudíes”. Mashal agregó que “HAMAS llama a todas las puertas del mundo islámico y árabe por Palestina y Jerusalén, se ve obligado a buscar el apoyo de todas partes y no participa en el ‘juego de los ejes’ en la región”. El ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí, Adel al-Yubeir, por su parte, afirmó que el viaje de Mashal solo se refería a cuestiones rituales y no tenía motivos políticos y recalcó que la postura de Riad no había cambiado sobre este movimiento palestino.
Algunos medios árabes intentaban relacionar los esfuerzos de los Hermanos Musulmanes y de HAMAS, con el encuentro entre Jaled Mashal y el rey saudí y, en este sentido, analizaban el supuesto nexo de una forma en la que HAMAS trataba de entrar en una coalición integrada por los países y corrientes suníes en la región para enfrentar a Irán, especialmente después del acuerdo nuclear firmado entre Teherán y el Sexteto. Sin embargo, según expertos en asuntos saudíes, el viaje de Mashal a Arabia Saudí refleja el intento mediático de HAMAS para exagerar su papel regional y hacer creer que Riad lo necesita en un eventual enfrentamiento con Teherán. Esto ocurre mientras que este movimiento se ha debilitado y prácticamente no puede renunciar a algunas de sus políticas anteriores.
En el año 2013, el Ministerio del Interior saudí, a través de un comunicado, anunció que habían incluido en su lista de entidades terroristas a los Hermanos Musulmanes, junto con los grupos Daesh y Frente Al-Nusra, así como el Movimiento de Resistencia Islámico de El Líbano (Hezbolá). Las autoridades saudíes en reiteradas oportunidades han calificado a los Hermanos Musulmanes como el origen de todos los problemas del mundo árabe, sobre todo, tras las revueltas en los países árabes y el fortalecimiento de los Hermanos Musulmanes.
Pero algunos acontecimientos regionales, como los diálogos nucleares de Irán, la incapacidad para derrocar al Gobierno sirio, las discrepancias en el Consejo de Cooperación de los Estados Árabes del Golfo -sobre todo entre Arabia Saudí y Catar-, el fortalecimiento del movimiento popular Ansarolá en Yemen y el inicio de la crisis en este país, causaron que los saudíes, en una política casi contraria, reformaran su postura sobre los Hermanos Musulmanes y los trataran más suavemente.
Parece que los saudíes buscan que integran en su coalición a un HAMAS débil y con tendencias más suníes.
Los saudíes podrían utilizar esta postura de HAMAS como una herramienta para alejarlo de Irán y del eje de la resistencia en la región. Especialmente, teniendo en cuenta el relativo enfriamiento de las relaciones de HAMAS con Irán y Siria en la zona, no es descabellado pensar que los saudíes pudieran cumplir con su objetivo, empero, parece que la realización de las aspiraciones del pueblo palestino es una prioridad de la política exterior de HAMAS y la reconstrucción de sus relaciones con la República Islámica de Irán también incluye esta agenda.