Los adversos al gobierno del presidente Rafael Correa agredieron a cuatro oficiales de la Policía e intentaron romper el cordón de seguridad que resguardaba a la manifestación pacífica en apoyo al gobierno y a la Revolución Ciudadana frente al Palacio presidencial en la capital Quito.
En este sentido, el presidente Correa recordó a los opositores que la única vía para sacarlo del poder es la electoral.
“Esto continuará hasta el 2017, porque los volveremos a derrotar; quieren evitar esa elección porque saben que serán vencidos”, puntualizó Correa.
El mandatario del país sudamericano expresó que mediante la violencia, los opositores no conseguirán poner fin a un proyecto revolucionario y pidió a los contrarios participar en el diálogo nacional iniciado hace semanas.
Correa denunció también que algunos líderes de la derecha como los alcaldes de Guayaquil, Jaime Nebot; de Quito, Mauricio Rodas; y de Guaranda, Ramsés Torres, sostuvieron una reunión para fraguar una nueva forma de ejecutar el golpe de Estado.
Por eso exigió a los ciudadanos que mantengan la alerta, al tiempo añadió que “estaremos esperando pacíficamente, confiando en Dios. Ya están en campaña electoral, pero aquí nos encontrarán más firmes que nunca el pueblo se mantendrá unido en defensa de la Revolución Ciudadana”.
Desde mediados de junio, la oposición ultraderechista ha utilizado como argumento para protestar la ley de Redistribución de la Riqueza (Herencias) y la ley de Plusvalía. Alegó que esta ley afectaría a su economía. Por eso varios de los medios de comunicación llamaron la revuelta de la oposición como revolución de los ricos.