Este artículo busca analizar las causas de este ataque y la futura situación de seguridad en Túnez.
Los orígenes de la presencia de los takfiríes y extremistas en Túnez
Orígenes internos: Las corrientes salafistas-takfiríes que durante los mandatos de Habib Burguiba y Zine el-Abidine Ben Ali habían salido de Túnez a causa de las represiones, ya han regresado al país aprovechándose de los nuevos movimientos y cambios políticos. Entretanto, el partido gobernante Ennahda, creó la oportunidad de que un grupo de salafistas tuvieran un partido. Después de la Revolución de Túnez, las corrientes takfiríes estuvieron organizadas en el marco de la organización de Ansar al-Sharia y bajo el liderazgo de Abu Ayaz Tunisi, utilizaron la pobreza, el analfabetismo y la falta de conocimiento de los residentes de los suburbios de las ciudades importantes de Túnez para reclutar a un gran número de jóvenes para mandarlos a Siria. De esta forma, los takfiríes tomaron el control de unas 1000 mezquitas de un total de 5300 en el país. De hecho, el gobierno liderado por el partido Ennahda no solo fracasó en mejorar las estructuras políticas, sociales y los índices de seguridad en el país sino que también dio mano libre a los salafistas apoyados por Arabia Saudí en sus actividades en el país. Por consiguiente, aumentó la violencia y el extremismo en algunas zonas de Túnez.
Por otra parte, Rashid al-Qanushi, cofundador de Ennahda, allanó el camino para el flujo de jóvenes tunecinos a Siria para unirse a las bandas terroristas, con la ruptura de los lazos bilaterales con el Gobierno sirio. Por lo tanto, una gran parte de los takfiríes de Túnez se incorporaron a los grupos terroristas como Daesh y el Frente Al-Nusra, rama siria de Al-Qaeda. Este asunto dio lugar al control de los grupos wahabíes sobre unas 2000 mezquitas en Túnez, donde podían difundir sus pensamientos takfiríes.
Orígenes regionales e internacionales: Los grupos extremistas en Túnez se fortalecieron al contar con unos 3500 institutos de caridad apoyados financieramente por Catar y Arabia Saudí y algunos otros por el reino árabe de la región durante el mandato del partido Ennahda. De tal forma que el norte de África se convirtió en la principal región de origen de los terroristas que están luchando en Siria e Irak, mientras los extremistas tunecinos y marroquíes también se convirtieron en los más crueles y brutales entre sus colegas de otras nacionalidades.
Además, una mayor parte de los franceses que ingresan en las organizaciones terroristas en Irak y Siria son de origen marroquí y tunecino. Actualmente entre 3000 y 4000 tunecinos están luchando junto a los grupos takfiríes en Irak, Siria y Libia. Los analistas pronostican que Túnez será el siguiente destino de Daesh después de Libia. Por otra parte, las potencias occidentales esperan que la intensificación de la violencia y el terrorismo en los países como Túnez, pueda abrir paso a su nueva incursión militar al continente africano.
Panorama de la presencia de Daesh en Túnez:
Túnez, que durante los últimos años ha sido uno de los mayores exportadores de terroristas a Irak y Siria, ahora se siente amenazado por el regreso de estos extremistas entrenados. El aumento de la presencia de Daesh en Túnez depende de los citados factores internos y externos. En realidad, a pesar de que en los últimos años se ha allanado el camino para el surgimiento del EIIL en Túnez, el nuevo gobierno del país puede contrarrestas las amenazas mediante varias medidas como el cese de la financiación exterior de los institutos de caridad de los takfiríes, el cierre de los centros de propaganda de los extremistas, el incremento de la cooperación con los gobiernos de Siria, Irak y Libia para llegar a un mayor conocimiento sobre los miembros tunecinos de Daesh y el aumento de las medidas de seguridad en las fronteras con Argelia y Libia para impedir la salida de los elementos reclutados por los grupos terroristas para viajar a Siria.