Alwaght- Antes del siglo XX, la mayoría de los analistas no consideraban ninguna relación entre la política interior y exterior de un país y describían el escenario de las relaciones internacionales como una mesa de millar y cada una de las bolas como los países, pero con el paso del tiempo fue olvidado esta idea.
En Arabia Saudí también las políticas exteriores del país siguen afectados por los cambios internos. Aunque la política exterior de Arabia Saudí no experimentó cambios profundos, pero con la llegada al poder de una corriente con ideas militares e inclinada a Estados Unidos cambiaron las políticas del país respecto a los acontecimientos en Yemen, Irán y los grupos terroristas en el Oriente Medio como EIIL (Daesh).
El aumento de la influencia de Irán en la región, el incremento de las discrepancias con Estados Unidos y la caída del prestigio de Arabia Saudí a nivel regional e internacional por el apoyo a los grupos extremistas y terroristas fueron los principales desafíos que enfrentaba el régimen de Al Saud en los últimos años de la vida del difunto rey Abdolá bin Abdulaziz.
Aunque el respaldo de Arabia Saudí al terrorismo ha tenido resultados sumamente negativos para la Diplomacia saudí, sin embargo, los grupos takfiríes han sido una de las principales herramientas de la política exterior del país árabe durante las últimas décadas.
No obstante, con la llegada al trono de Salman bin Abdolá Abdulaziz, eran imprescindibles algunos cambios tácticos en el apoyo que brinda el régimen saudí a los terroristas. El nuevo rey destituyó a Bandar bin Abdulaziz como el secretario general del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Arabia Saudí y a Jalid bin Bandar como el presidente del presidente del Servicio General de Inteligencia del país. Estos cargos estaban en una relación directa con los grupos terroristas activos en la región. Por otra parte, la elección de Jalid bin Hamidan como el nuevo jefe de Inteligencia de Arabia Saudí, es de mucha importancia por sus políticas moderadas y sus esfuerzos para rebajar las tensiones con Irán.
Cabe mencionar que estas designaciones y destituciones pueden ser un “show político” para mejorar las relaciones de Arabia Saudí con otros países. En este sentido, se indica la mejora de las relaciones de Arabia Saudí con EEUU que es el principal crítico de Riad por sus apoyos a los grupos terroristas.
Pero, en realidad, el rey saudí no puede ser indiferente a los grupos takfiríes debido a las presiones de los partidos extremistas y clérigos wahabíes de su país.
Salman bin Abdulaziz cree poder frenar la influencia de Irán a través de las actividades de los institutos públicos. Entonces, es probable que aumenten estos institutos en Siria e Irak tras unos cambios en el comportamiento de Al Saud.
Estos cambios en la política saudí se realizan en el sentido de los cambios en la estrategia estadounidense en la región y Asia Oriental. En la actualidad, EEUU busca la seguridad en la región a fin de salir de la situación crítica de Oriente Medio y entrar en Asia Oriental. Entre tanto, EEUU considera “fortalecer a los grupos antiterroristas” como una amenaza en Oriente Medio. Además, después de influir en Asia Oriental, controlar a Irán es otro pilar de la política exterior de EEUU en Oriente Medio.
EEUU trata de establecer un “sistema multipolar” en Oriente Medio para después de salir de esta región. De hecho, según el plan estadounidense, Irán, Turquía y Arabia Saudí serán los tres principales actores en la región y EEUU, el aliado del régimen sionista que es el cuarto lado en Oriente Medio, jugará el papel de balanceador.
Por ejemplo, vimos que Arabia Saudí, con el apoyo de EEUU, comenzó a atacar a Yemen sin ninguna causa.
El punto importante es que la guerra de Yemen causó que se eliminaran los críticos de esta guerra, como Saud al-Faisal y Muqrin bin Abdulaziz, del escenario político de Arabia Saudí, y aumentara el poder de unas personas, como Salman bin Abdulaziz y Adel al-Jubeir. De hecho, de acuerdo con los analistas, la guerra de Yemen causó que se incrementara el poder del nuevo régimen gobernante y se debilitaran otros partidos en Arabia Saudí.
En este texto, Bruce Riedel, el director del Proyecto de Inteligencia en la Institución Brookings, escribió: “Mohamad bin Salman, ministro de Defensa de 29 años de edad, cree que su victoria en la guerra de Yemen influirá en su futuro y el futuro de Arabia Saudí. Si el alto el fuego provoca que las fuerzas opositoras (lideradas por Irán según las alegaciones saudíes) tomen el control de Saná, capital yemení, evidentemente fracasará la familia real saudí.”
Respecto a las relaciones de Arabia Saudí con Irán, se debe decir que el país persa está preocupado por los resultados de la llegada de los jóvenes de Al Saud al poder. El nuevo régimen saudí más sigue los métodos estadounidenses y menos busca las colaboraciones regionales. Es de destacar que los saudíes tienen miedo de las relaciones de Irán con otros países.
De acuerdo con los analistas, Arabia Saudí intenta formar una coalición sunita integrante por Turquía, Egipto, Jordania, Sudán y los Emiratos Árabes Unidos (EAU). El punto importante es que, en esta coalición, Riad busca reducir sus problemas con los Hermanos Musulmanes, pero Egipto, los Emiratos Árabes Unidos y Jordania no quieren mejorar sus relaciones con la Hermandad Musulmana. En total, se han empeorados las relaciones del nuevo régimen saudí con Irán y se han mejorados sus relaciones con Turquía y Catar.