Alwaght- Al menos siete civiles murieron y más de 20 resultaron heridos como consecuencia de nuevos ataques de Turquía contra los kurdos en la ciudad de Afrin, en el noroeste de Siria.
De acuerdo con las fuentes estatales, el número de las víctimas mortales podrían aumentarse ya que algunos de los heridos se encuentran en estado grave.
Según el opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), actualmente unas 700 mil personas quedan en la ciudad de Afrin y los pueblos alrededores.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, declaró el miércoles que espera que el Ejército turco tome en las próximas horas Afrin de manos de las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo) apoyadas por Estados Unidos.
El portavoz de YPG, Redur Xelil, desestimó como una “ensoñación” estas observaciones de Erdogan de que las fuerzas militares turcas y sus militantes aliados capturarán por completo la región siria de Afrin al anochecer.
“Parece que Erdogan está soñando despierto cuando dice que Afrin caerá esta noche”, aseveró.
Esto se produjo después de que el Ejército de Turquía anunciara el martes que las fuerzas turcas han cercado la ciudad de Afrin.
Turquía inició el pasado 20 de enero la operación terrestre “Rama de Olivo” contra las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo) apoyadas por Estados Unidos, en la ciudad de Afrin, en la cual han participado 6400 militares turcos.
Esto ocurrió después de que Turquía se enfureciera por el plan anunciado por la coalición estadounidense y por el fuerte apoyo de Estados Unidos a las fuerzas de YPG en Siria, a las que Ankara considera terroristas.