Alwaght- Teniendo en cuenta que el viaje de la delegación de los Hermanos Musulmanes de Egipto a EEUU ha provocado la reacción de las autoridades egipcias que incluso han convocado al embajador estadounidense en El Cairo al respecto, a primera mirada, parece que las relaciones entre EEUU y los islamistas del norte de África es una cuestión de táctica, pero al analizar el tema en profundidad, vemos que la postura de EEUU en los países del norte de África se basa en el mantenimiento de relaciones con los islamistas moderados.
Un recorrido a los acontecimientos del pasado, especialmente después de los sucesos de la década de los noventa en Argelia y el desmantelamiento del Frente Liberación Islámica, muestra que Washington fingió ser un crítico del régimen golpista y aún aceptó la entrada de algunos líderes vinculados a este frente en su territorio, pero en aquel periodo no era posible prever el proceso de los acontecimientos y, por eso, EEUU tomó una postura dualista en cuanto a los islamistas y el régimen golpista.
Pese al rechazo y la oposición seria de Francia, EEUU mejoró sus relaciones con los islamistas tunecinos y hasta las autoridades y delegaciones tunecinas realizaron varios viajes a EEUU.
En cuanto a Libia y pese a que el embajador estadounidense fue asesinado por el grupo Ansar Al-Sharia, Washington ha mantenido sus lazos con los islamistas libios.
Asimismo EEUU no reaccionó seriamente ante el derrocamiento del gobierno del presidente de Egipto Hosni Mubarak y tampoco puso obstáculos para el gobierno islamista de Mohamad Mursi y hasta lo consideró resultado de la voluntad del pueblo y la democracia. Después de que los militares derrocaran el gobierno de los Hermanos Musulmanes en Egipto, EEUU tomó una medida cautelosa y no apoyó al gobierno de los militares. Y hasta rechazó los veredictos contra los líderes de los Hermanos Musulmanes y en algunos casos recibió a las delegaciones de los Hermanos Musulmanes pese a la oposición y rechazo del gobierno egipcio.
Analizando las posturas y políticas de EEUU en cuanto a los islamistas de los cuatro países mencionados en el norte de África, parece que no se deben considerar las políticas de Washington como meras tácticas, sino la estrategia estadounidense en cuanto a los islamistas es mantener los lazos al menos a niveles mínimos. Pero hay que destacar que EEUU ofrece su ayuda y apoyo mínimos a los islamistas que creen en un Islam que no choque con los intereses estadounidenses en la región o al menos no enfrente las políticas de EEUU.
Razones de la interacción de EEUU con los islamistas de la región
1. EEUU se ha enterado de que la mayoría de la población en el norte de África es musulmana, y que el Islam es un factor inseparable de esas sociedades y no puede ser ignorado. Por eso, si quiere tener interacciones con esos países le conviene a EEUU apoyar a los islamistas moderados.
2. Si EEUU pierde el contacto y los lazos con los movimientos islamistas, es posible que aparezcan corrientes radicales en la región caótica de Oriente Medio y pongan en peligro los intereses de Washington y sus aliados en la región. Pero EEUU al interactuar con los islamistas moderados busca mantener los lazos para poder dirigir el escenario político de la región ante la posibilidad de que un día estos movimientos islamistas llegaran al poder y así evita cualquier daño posible a sus intereses en la región. Esto se puede ver muy claramente en las políticas de los Hermanos Musulmanes de Egipto. Cuando llegaron al poder no solo no actuaron contra los intereses de Israel y el acuerdo de Camp David, sino garantizaron en algunas oportunidades los intereses de EEUU. La carta de Mersi a Shimon Pérez es un ejemplo evidente al respecto.
3. Como veíamos en las revoluciones en la región, EEUU fue sorprendido por estos acontecimientos ya que no los esperaba. Por eso, EEUU sabe bien que en estas sociedades norteñas de África existe potencia de cambio de poder repentino, de ahí que no ponga todos sus huevos en la cesta de una vez. EE UU ha entendido que, como los islamistas de Egipto y otros países llegaron al poder y tras un corto plazo fueron derrocados, existe la posibilidad de que se repita este ritmo. Por ende, mantiene una mínima relación con todos ellos y, de vez en cuando para mostrar una imagen democrática, critica algunas medidas del gobierno del presidente egipcio, Al Sisi.
4. EEUU también está consciente de que si no tuviera interacción con los islamistas, en el caso de que lleguen al poder, la República Islámica de Irán podría aumentar sus influencias en estas sociedades, por tanto, EEUU interacciona con los islamistas y les presiona para no relacionarse con Irán y al mismo tiempo provoca enfrentamientos en el mundo de Islam (entre la ideología chií y suní) a fin de debilitar el poder del mundo islámico.
5. Otro tema es la recuperación de la imagen democrática de EEUU en la escena internacional y también islámica. El mundo de Islam, especialmente la zona de Oriente Medio, por su energía, terrorismo y radicalismo es importante para EEUU y el Occidente. Los apoyos brindados por EEUU a los regímenes dictatoriales en el pasado han empañado su perfil en la zona. Por eso Washington se ve obligado a mantener sus relaciones al menos en forma mínima con los islamistas a fin de reparar su imagen oscura.
6. Las elecciones en dos países norafricanos, Egipto y Túnez, revelaron que los islamistas ganaron al menos el 50 por ciento de los votos y si en algunos casos no pudieron obtener la mayoría de las curules, se quedaron en segundo lugar. Por lo tanto, en estos tipos de sociedades en donde hay dos grupos rivales, como los islamistas y los opositores, los islamistas actúan como un gobierno bajo sombra, ya que existe la posibilidad de que cuando lleguen al poder, mantenimiento su relación con ellos, pueden satisfacer los intereses de EEUU en estos países. En otras palabras, pese a que los islamistas no pudieron obtener la mayoría parlamentaria en las elecciones del 2014, solo tuvieron 16 curules menos que su rival Neda Túnez, a pesar de las propagandas y sabotajes en su contra. Si no vemos esta situación en Egipto, es por la represión fuerte que aplica el gobierno de Al-Sisi a los Hermanos Musulmanes. Si se realizaran unas elecciones limpias y libres en Egipto, los Hermanos Musulmanes, si no pudieran obtener su posición anterior, al menos podrían desempeñar un gobierno en la sombra y serían un peso en la escena política egipcia.
Como conclusión, parece que el mantenimiento de las relaciones con los grupos islamistas moderados es una estrategia de la política estadounidense en el norte de África y, los viajes de los líderes de los Hermanos Musulmanes a Washington y sus reuniones con las autoridades estadounidenses se analizan en este marco.