Alwaght- Hay numerosos signos que indican que los saudíes buscan construir armas nucleares para enfrentar a su antiguo rival, Irán.
Así lo indicó el domingo el diario estadounidense The New York Times en un informe, en el cual señaló que eso podría suceder si Estados Unidos maneja mal los planes de Arabia Saudí para ingresar en el negocio de la energía nuclear y construir hasta 16 reactores nucleares para la generación de electricidad en 25 años.
De acuerdo con este informe, los saudíes no dicen que quieren convertirse en la segunda parte después del régimen de Israel, en tener un arsenal nuclear en la región cada vez más inestable. Pero, insisten en que los reactores se usarían solo para generar energía para fines domésticos, de modo que puedan contar con sus enormes reservas de petróleo para generar ingresos desde el exterior.
Los esfuerzos de la administración de Barack Obama para negociar un acuerdo sobre transferencia de tecnología nuclear civil -que se requiere antes de que un país pueda comprar tecnología nuclear estadounidense- vacilaron ante la negativa de los saudíes a comprometerse legalmente a renunciar al enriquecimiento de uranio y al reprocesamiento de plutonio, que podría usarse para producir combustible para armas nucleares.
Ahora se están llevando a cabo nuevas negociaciones bajo un presidente que atiende las necesidades de los negocios estadounidenses y juzga agresivamente a los líderes saudíes. En teoría, Donald Trump está bien posicionado para persuadir a los saudíes de que acepten el acuerdo. Puede argumentar que tiene más sentido para Riad comprar combustibles enriquecidos para los reactores de proveedores extranjeros de bajo costo que producirlo en Arabia Saudí. Tal acuerdo fortalecerá aún más las relaciones con Estados Unidos, que ha prometido proteger el reino de sus enemigos.
Pero hay preguntas sobre qué límites requeriría la administración de Trump, y si los saudíes aceptarían, como parte del acuerdo que debe ser negociado.
Según este informe, insistir en condiciones estrictas podría obligar a los saudíes a comprar en su lugar a Rusia o China, penalizando así a una industria nuclear estadounidense.