Alwaght- Si bien, los diálogos, celebrados en Ginebra con la mediación de la Organización de las Naciones Unidas en busca de una solución al conflicto yemení, terminaron el viernes sin resultado alguno, las partes participantes en la cita no los consideran un fracaso total, ya que a su juicio, han abierto el camino hacia una solución diplomática para la crisis de su país.
La tarde del viernes, el enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Yemen, Ismail Ould Sheij Ahmad, informó de “progresos” en los diálogos e indicó que, horas más tarde, declararía el logro de una tregua en Yemen. Empero, esta esperanza no duró mucho, pues Riad Yasin, ministro de Asuntos Exteriores del dimitido gobierno yemení, anunció que las conversaciones no habían alcanzado resultado alguno y, por tanto, su delegación regresaba a Riad, capital saudí.
Sin embargo, Yasin no consideró esa situación como el fin de los diálogos y afirmó: “desgraciadamente, la delegación de Ansarolá ha impedido el alcance de un progreso real como esperábamos (…) pero esto no significa que hayamos fracasado”. Esta acusación tiene lugar después de que el régimen de Riad rompiera su compromiso de cesar sus ataques con el inicio de los diálogos alegando que los yemeníes en su reunión de Ginebra solo debían dialogar sobre la resolución número 2216 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
Según analistas, la insistencia de Riad en aplicar la resolución del CSNU antes del cese de los ataques es “irrealista” y disminuye la posibilidad del logro de un acuerdo político en Ginebra. Mientras Arabia Saudí no propone ningún mecanismo para llenar el vacío del poder en Yemen, pide la retirada de Ansarolá de diferentes partes del territorio yemení y al mismo tiempo afirma que continuará con sus ataques hasta la retirada completa de Ansarolá.
No obstante, los líderes de Ansarolá afirman que nunca aceptarán esa demanda que tildan de “ilógica”. La delegación de Ansarolá, a su vez, desde el principio condicionó su retirada al cese completo de los ataques y el levantamiento del cerco impuesto a Yemen. Criticaron los obstáculos introducidos intencionalmente por algunos participantes en los diálogos como motivos del fracaso, pero al mismo tiempo se mostraron optimistas hacia la continuación de las conversaciones en el futuro. “En realidad, los recientes diálogos son el inicio de un proceso político para acabar con problemas y discordias entre las partes del conflicto”, aseguraron.
Esta esperanza entre las partes yemeníes hacia la continuación de los diálogos ha tenido un claro reflejo en las afirmaciones de Ould Sheij Ahmad. Según el funcionario de la ONU, “un cese humanitario y una tregua deben formar parte de las medidas de ambas partes en los diálogos”. También, afirmó que “existe buena voluntad en todas partes para los diálogos y el logro de una tregua y la retirada (…) Personalmente y después de unos días de conversaciones, considero que podemos lograr un resultado en los próximo días”.
Posteriormente, Ould Sheij Ahmad abandonó la ciudad suiza de Ginebra rumbo a Nueva York (EE.UU.) con el fin de consultar con el CSNU y plantear su propuesta para el establecimiento de una tregua y la supervisión de la retirada. El énfasis del enviado de la ONU en el establecimiento de una tregua antes del inicio de los diálogos puede ser un punto de esperanza para el alcance de una solución política en los próximos días.