Alwaght- Turquía ha advertido este jueves a Estados Unidos del riesgo de confrontación si Washington no suspende su apoyo a los combatientes kurdos en el norte de Siria.
Así lo ha anunciado el portavoz del Gobierno del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en un momento en que ha aumentado las tensiones entre ambos países después de que Ankara iniciara hace seis días operación aérea y terrestre en la ciudad de Afrin, en el norte de Siria, controlada por los kurdos.
Por su parte, el Departamento de Defensa estadounidense (el Pentágono) anunció que rastreó cuidadosamente las armas proporcionadas a las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo) y continuará las conversaciones con Turquía.
“Hacemos un seguimiento cuidadoso de las armas que se les proporcionan (a los kurdos sirios). Estamos seguros de que no caigan en las manos equivocadas y continuamos las conversaciones con los turcos sobre este tema”, dijo el jefe del Estado Mayor de Estados Unidos, el teniente general Kenneth McKenzie, a los periodistas.
McKenzie dijo que la operación de Turquía en Afrin no fue útil y alegó que se estaba alejando de la lucha contra el grupo terrorista Daesh.
Al menos 15 militares turcos murieron y varios otros resultaron heridos el miércoles n en el marco de dichas operaciones en un pueblo en el norte de Afrin.
De acuerdo con las fuentes militares turcas, 712 hombres armados también han muerto durante la operación terrestre “Rama de Olivo”, iniciada el pasado 20 de enero contra las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo), apoyadas por Estados Unidos, en la ciudad de Afrin, en la cual han participado 6400 militares turcos.
Estas operaciones se produjeron después de que Turquía se enfureciera por el plan anunciado por la coalición estadounidense y por el fuerte apoyo de Estados Unidos a las fuerzas de YPG en Siria, a las que Ankara considera terroristas.