Según informó este martes la agencias de noticias, citando la página de Twiter del principal partido de la oposición chií de Baréin, “Al-Wefaq”, el tribunal de la capital bareiní, Manama sentenció a Sheij Salman a 4 años de prisión por tres cargos planteados en su contra, después de que le exonerara a él de la acusación de intentar provocar el cambio de régimen.
Según el informe, el famoso clérigo bareiní, detenido hace 7 meses, fue condenado por los siguientes tres cargos: “violación de las leyes”, “perjudicar a la seguridad pública a través de crear provocaciones en contra de los seguidores de una religión específica” e “insultar al Ministerio del Interior”
Al-Wefaq anunció que, publicando el fallo contra el líder de este partido, el régimen bareiní causó que se empeorara más la situación caótica del país.
Esto mientras, uno de los miembros del Directorio de Abogados de Sheij Salman, “Abdolá al-Shamlawi” dijo que “el tribunal ratificó la sentencia sin que nos permitiera a intervenir y defender de él”.
Refiriéndose a estrictas medidas de seguridad establecidas en los alrededores del edificio de tribunal, al-Shamlawi afirmó que las fuerzas de seguridad investigaban precisamente la entrada y la salida de las personas en el recinto del tribunal.
La detención del líder de Al- Wefaq, el pasado diciembre, enfureció a sus seguidores y provocó tensiones y varias protestas en todo el país.
La Amnistía Internacional (AI) además de denunciar en varias ocasiones la detención de Sheij Salman, le considera como "un prisionero de conciencia detenido solamente por expresar sus opiniones de forma pacífica", según se desprende del comunicado del lunes de este ONG.
AI subrayó en el comunicado que, "La detención y el juicio de Sheij Salman es una evidente violación de su derecho de libertad de expresión y demuestra que las autoridades de Baréin siguen en su intento de aplastar la oposición política y acallar las voces críticas”.
Desde el febrero de 2011, Baréin se ha convertido en escenario de protestas contra las políticas represivas del régimen de Al-Jalifa. Las protestas continúan hasta la actualidad a pesar de la mano duro del régimen contra los manifestantes.