Alwaght- Cientos de bahreiníes han celebrado este sábado nuevas manifestaciones para expresar su apoyo al máximo clérigo chií del país, el sheij Isa Ahmad Qasem, cuyo estado de salud se está deteriorando cada día.
Los manifestantes han salido a las calles de Manama, capital bahreiní y la aldea de Diraz (noroeste), entre otras localidades, y han exigido al régimen de Al Jalifa prestar atención médica urgente al sheij Qasem, bajo arresto domiciliario.
Los participantes han condenado malos tratos del régimen de Manama al también líder espiritual del disuelto partido opositor Al-Wefaq, y han denunciado las políticas represivas adoptadas por este régimen contra los opositores, bajo el silencio de la comunidad internacional.
Mientras tanto las fuerzas del régimen de Bahréin atacaron a los manifestantes en las aldeas de Abu Sabi y Diraz.
Cuatro personas también fueron arrestadas por las fuerzas bahreiníes durante manifestaciones similares celebradas el viernes, cuando la gente salía a las calles después de las oraciones del viernes.
Por su parte, el portavoz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Stephane Dujarric, exigió el jueves la liberación del sheij Qasem, cuya salud se ha deteriorado gravemente durante su detención. También pidió atención médica inmediata para el prominente clérigo bahreiní.
Las fuerzas del régimen de Al Jalifa atacaron el pasado 23 de mayo la casa del prominente clérigo chií en Diraz, donde mataron al menos cinco de los manifestantes y dejaron 286 heridos.
Todo esto se produjo después de que un tribunal de Bahréin condenara el pasado 21 de mayo al sheij Qasem, a un año de cárcel y le ordenó pagar una multa de 100 mil dinares bahreiníes (más de 265 mil dólares). La corte bahreiní además decidió confiscar las propiedades del prominente clérigo por un valor de 3 millones de dinares bahreiníes (casi 8 millones de dólares) y dos de sus casas.
El 20 de junio de 2016, el Ministerio del Interior de Bahréin informó de la revocación de la ciudadanía al sheij Qasem, al acusarlo de ser involucrado activamente en “crear un ámbito sectario” a través de contactos con poderes extranjeros, entre otros cargos.