Alwaght- Cuando el Partido de Justicia y Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco) llegó el poder en 2002, la situación económica era crítica y la inflación había alcanzado el 75%. En aquella situación, incluso los economistas más optimistas no pensaban que el partido AKP pudiera incrementar el crecimiento económico a 5,8 por ciento en un corto plazo.
Tras logros en la política interna, el partido AKP pudo alcanzar más popularidad en el pueblo turco. Estos dos elementos, es decir, la estabilidad interna y una economía creciente, ocasionaron que los líderes del partido AKP trataran de tener un papel destacado a nivel regional y mundial.
Tras las evoluciones del Despertar Islámico en algunos países árabes de la región, el Partido de Justicia y Desarrollo intentó aumentar su influencia en estos países árabes y desempeñar un papel más destacado en la región. Pero, hasta ahora, las autoridades turcas no han podido materializar sus objetivos en Egipto, Libia, Túnez y Siria y el gobierno turco, en la actualidad, tiene malas relaciones con estos países árabes. De hecho, la visión incorrecta de los líderes del partido AKP sobre la situación regional provocó que este partido entrara en un camino indeterminado.
Los resultados de las recientes elecciones parlamentarias mostraron que el partido AKP recibió menos votos que en las elecciones de 2011. Estos resultados y la renuncia del exprimer ministro, Ahmet Davutoglu, han mostrado algunos cambios en los enfoques del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
En las vigésimas quintas elecciones parlamentarias de Turquía, cuatro partidos han logrado entrar en el parlamento: el partido AKP obtuvo 40,86 por ciento de los votos (258 de los 550 escaños del Parlamento), el Partido Republicano del Pueblo (CHP) obtuvo 24,95 por ciento de los votos (132 escaños), el Partido Acción Nacionalista (MHP) obtuvo 16,29 por ciento de los votos (80 escaños) y el Partido Democrático del Pueblo (HDP) obtuvo 13,12 por ciento de los votos (80 escaños). El análisis de los resultados de estas elecciones muestra que los cambios en la política exterior de Erdogan, especialmente sobre de Siria, durante los recientes años, provocó una disminución de votantes a favor del partido AKP. Ya que, se puede ver, en la región de Anatolia Oriental, una zona de Turquía ubicada cerca de la frontera con Siria, y en la región del Anatolia Suroriental el partido prokurdo HDP ganó la mayoría de los votos.
Erdogan y su partido están en una situación muy complicada nunca antes experimentada en los últimos 13 años. Además, el partido AKP no pudo alcanzar sus objetivos (primer objetivo: obtener más de dos tercios de los escaños del parlamento, segundo objetivo: lograr más de tres quintos de los escaños del parlamento, tercer objetivo: conseguir más de la mitad de los escaños del parlamento) en las elecciones parlamentarias. En otras palabras, el partido AKP perdió la mayoría absoluta en el congreso y ahora Erdogan tiene que formar un gobierno de coalición.
Desde 2012 hasta ahora, esta es la primera vez que el partido AKP pierde la mayoría absoluta en el parlamento turco y necesita buscar un socio para formar un gobierno de coalición.
Esto indica que la opinión pública de Turquía no acepta a Erdogan como en el pasado. Es evidente que, en realidad, Erdogan fue el perdedor de las recientes elecciones parlamentarias y Selahattin Demirtas, el líder del partido HDP, de 42 años, ha sido el ganador de estos comicios.
Las recientes elecciones legislativas de Turquía darán lugar a nuevos cambios en este país. En la opinión del autor del texto, es más probable que el partido AKP forme una coalición con el partido MHP, liderado por el doctor Devlet Bahçeli, lo que podrá modificar las políticas ambiciosas de Erdogan.