El paraguayo Rubén Darío Ávalos fallece a los 12 años en Sevilla de una extraña afección.
El pequeño paraguayo residía en Sevilla, donde recibía tratamiento para la Histiocitosis, una enfermedad rara que sufría desde pequeño.
Rubén Dario Ávalos mitigaba su dolor con la lectura. El niño paraguayo tenía 10 años y murió ayer víctima de una enfermedad que le trajo a España cuando era más pequeño, en busca de una cura. Su madre viajó por varios países y finalmente se asentó en Sevilla, donde recibía tratamiento para la Histiocitosis que sufría y que él mismo describió en su blog: «es un problema con el sistema inmunitario, en lugar de protegerme contra infecciones, bacterias y virus, mi sistema inmunitario literalmente ataca a mi organismo».
Además de evadirse con la lectura -admiraba a Augusto Roa Bastos, a Miguel Cervantes, a Antonio Machado…- empezó a escribir para costear el tratamiento.
Historias y cuentos basados en sus sueños y en sus ideas que cautivaron a cientos de seguidores.
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