Alwaght- El primer ministro de El Líbano, Saad Hariri, ha regresado este miércoles a Beirut, capital libanesa, por primera vez tras anunciar su renuncia en Arabia Saudí.
Más temprano en el día, Hariri hizo una breve visita a Egipto para conversar con el presidente egipcio Abdel Fatah al-Sisi, a quien agradeció por su apoyo.
Además aseveró que ambas partes habían discutido la necesidad de “distanciarse de las políticas regionales”.
“Mañana tenemos un día de independencia en El Líbano, si Dios quiere que sea para todos los libaneses. Como dije en París, mi posición política será (aclarada) en El Líbano”, ha aseverado.
Hariri anunció el pasado 4 de noviembre su renuncia a través de una declaración televisiva desde Arabia Saudí, citando temores sobre su vida y acusando a Irán y al Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) de interferir en asuntos internos de los países árabes, lo que ha sido rechazado por ambas partes.
El presidente de El Líbano, Michel Aoun, declaró que nada justifica la detención de Hariri en Arabia Saudí y aseveró que Beirut considera que el premier libanés ha sido detenido como “un rehén” en este país.
Durante un discurso televisivo, Aoun declaró el martes que la “última crisis gubernamental” ha “pasado” pero que no era un problema que se tratara a la ligera, y que El Líbano “no se inclinaría ante ninguna opinión, consejo o decisión eso lo empujará hacia conflictos internos”.
Además advirtió a los países árabes que tratar con El Líbano requiere sabiduría, de lo contrario impulsarían al país “hacia el fuego”.
“Mi mensaje a los hermanos árabes: Tratar con El Líbano requiere mucha sabiduría y racionalismo, y la alternativa a eso es empujarlo hacia el fuego”, subrayó el mandatario libanés.
Aoun pronunció estas declaraciones tras la reciente reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de la Liga Árabe (LA) en El Cairo, capital egipcia, que tildó a Hezbolá de “organización terrorista”.