El partido del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, obtuvo 259 escaños de diputados de un total de 550, esto equivale al 41% de los votos, que significa perder la mayoría absoluta. Mientras el partido opositor el Partido democrático del pueblo kurdo, HDP, obtuvo 12,5% de los votos y enviará 78 diputados al Parlamento. En comparación de los comicios del 2011, el partido de Erdogan perdió cerca de 9 puntos porcentuales
"Hemos logrado una gran victoria quienes quieren la libertad, la democracia y la paz ganaron, quienes quieren el autoritarismo, que son arrogantes y se consideran dueños de Turquía perdieron", declaró el líder del partido kurdo, Selahattin Demirtas, en Estambul.
Otros dos partidos opositores, el Partido Republicano del Pueblo y el Partido de Acción Nacional, obtuvieron respectivamente un 25,2% y un 16,5% de los votos, o sea, 131 y 82 escaños, respectivamente.
El centro electoral anunció que la participación en el escrutinio fue del 85%, a pesar de un atentado con bomba que provocó el viernes dos muertos y más de un centenar de heridos durante un mitin del principal partido kurdo.
Con este resultado, Erdogan debe olvidar de sus planes para reforzar el poder presidencial y fortalecer sus poderes. Según los analistas hay algunos factores que provocaron esta derrota electoral. El primero es el factor interno, los temas económicos y la centralización del poder por parte del partido de Erdogan terminaron en estos resultados frustrados. Otro factor es la política externa de Turquía en los temas regionales. Las autoridades turcas escogieron un camino diferente del eje de la resistencia y actualmente están en el frente de los terroristas. Los videos publicados recientemente que revelaron la ayuda y apoyo armamentístico de Ankara a los terroristas de Daesh es una muestra de esas políticas incorrectas.