Alwaght- El primer ministro de Irak, Haidar al-Abadi, negó un plan de ataque contra las posiciones de las fuerzas kurdas iraquíes (Peshmerga) en medio de tensiones entre el Gobierno central de Bagdad y las autoridades de la región Kurdistán iraquí.
“No vamos a usar nuestro Ejército para luchar contra nuestro pueblo ni para lanzar la guerra contra nuestros ciudadanos kurdos u otros”, declaró Al-Abadi a la televisión estatal y aseveró que “nuestro deber es preservar la unidad de nuestro país, implementar la constitución y proteger a los ciudadanos y las fuerzas nacionales”.
Al-Abadi pronunció estas declaraciones después de que un oficial militar kurdo anónimo dijera que las fuerzas kurdas habían cerrado durante varias horas las dos carreteras principales que conectan las ciudades kurdas de Erbil y Dohuk con la ciudad de Mosul, al norte de Irak.
“El cierre fue motivado por temores de un posible ataque de las fuerzas iraquíes en las áreas en disputa”, tomado por fuerzas kurdas fuera de la región kurda, añadió el oficial.
Las autoridades kurdas declararon el miércoles que temían que las fuerzas del Ejército iraquí y los combatientes de las fuerzas populares iraquíes conocidas como Al-Hashd Al-Shabi, se prepararan para lanzar un asalto a dicha región.
“Estamos recibiendo mensajes peligrosos de que las fuerzas de Al-Hashd Al-Shabi y la policía federal están preparando un gran ataque desde el suroeste de Kirkuk y al norte de Mosul contra Kurdistán”, anunció el Consejo de Seguridad del Gobierno Autónomo del Kurdistán (KRG).
El primer ministro iraquí ya ha exigido la anulación de los resultados del referéndum de la independencia kurda que se celebró el pasado 25 de septiembre pese a la oposición de Irak y varios países regionales como Irán, Turquía y Siria, entre otros.
El presidente del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, quien impulsó esta medida, informó el 26 de septiembre de la victoria del sí en el plebiscito con casi el 91 por ciento de los votos a favor.