El portavoz del Ministerio del Interior de Irak, brigadier general Saad Mean dijo el viernes que los cazabombarderos iraquíes atacaron a un grupo de los takfiríes del EIIL (Daesh, en árabe), cuando se habían reunido en su bastión en Al-Anbar, cuya capital, la ciudad al-Ramadi permanece bajo el control de los terroristas desde hace dos semanas.
Según el informe, las fuerzas militares y policiales apoyadas por voluntarios lograron este viernes ganar terreno a los takfiríes en zonas del norte y occidente de Iraq, en particular en Al-Anbar, donde, gracias a la llegada de refuerzos a la base Ain Al-Assad y el distrito de Al-Baghdadi, fueron intensificados los preparativos de la ofensiva gubernamental para recuperar el control de Ramadi.
“Muchas aldeas y poblados de Al-Baghdadi quedaron bajo dominio del Ejército y las fuerzas de seguridad desde el jueves”, dijo el comandante iraquí, mayor general Nasser Al-Ghannam.
Por otra parte, los medios regionales informaron que los combatientes de “Movilización Popular” (Hashd al-Shabi) y policías especiales avanzaron desde Al-Malihah en dirección a Beiji, donde se sitúa una de las mayores refinerías de petróleo de Irak, y consiguieron controlar a su paso varios puestos levantados por Daesh, además de incautar armas.
Esto mientras, según el comunicado del Ministerio de Defensa de Irak, dos talleres de fabricación de bombas del grupo Daesh fueron destruidas por las fuerzas del Ejército iraquí en Al-Anbar.
Asimismo cientos de miembros del Daesh fueron aniquilados tras los ataques aéreos del Ejército de Irak contra almacenes de armas del este grupo terrorista en el distrito de Al-Hawija, en la provincia septentrional de Kirkuk.