Alwaght- Desde tiempos antiguos, Siria ha sido una de las principales rutas del comercio mundial. Esto se debe a la estratégica ubicación geográfica de El Levante (nombre antiguo de Siria) que se encuentra un punto de contacto de tres continentes importantes: Asia, África y Europa. Por esta razón, los cuatro años de guerra que lleva Siria han impactado significativamente en las actividades comerciales de la región, en especial a los países vecinos como El Líbano, Jordania, Irak y Turquía.
La toma del grupo terrorista Daesh de la ciudad de Palmira y del paso fronterizo de Al-Tanf entre Irak y Siria, así como el dominio del grupo terrorista Al-Nusra sobre el cruce de Nasib en la frontera sirio-jordana han causado que Siria pierda el control de sus principales fronteras, es decir, con Jordania, Irak y Turquía. Este hecho ha paralizado el comercio terrestre entre los países de la región y, actualmente, la mayor parte de las exportaciones de productos agrícolas y materias primas se realizan desde El Líbano y Jordania, pues el transporte aéreo en dichas zonas es muy caro y con alto riesgo.
El Banco Mundial, en su informe del año pasado, resalta que gran parte de la población activa en Siria ha muerto o ha abandonado el país y las infraestructuras más importantes han sido destruidas.
El BM reveló también que la guerra en Siria ha perjudicado en gran medida la economía de otros países de la región, de tal manera que estima en unos 35 mil millones de dólares las pérdidas de Turquía, Siria, El Líbano, Irak, Jordania y Egipto, lo que equivale al valor de la producción de Siria en 2007.
No obstante, los daños en cada país varia: Siria 23 %, Irak 28 % y El Líbano 11 %.
EL Líbano sufrió una caída en sus exportaciones que realizaba a través de Siria, además de un desplome de entre 40 y 50 % en sus ingresos provenientes del turismo, debido a que los países del Golfo Pérsico prohibieron el viaje de sus ciudadanos al territorio libanés. Por otra parte, El Líbano acoge al 20 % de los refugiados sirios, hecho que ha aumentado el consumo en este país, además de crear dificultades económicas. Los refugiados sirios buscan oportunidades laborales en El Líbano y esto conlleva costos sociales, económicos y de seguridad para el país.
Jordania, por su parte, ha recibido a más del 20 % de los refugiados sirios e iraquíes, lo que es un gran peso sobre la economía de este país de por sí pobre. Los expertos advierten de una gran crisis económica en Jordania en caso de que se paralice el intercambio comercial entre Siria y Jordania, ya el 40 % de las exportaciones jordanas con destino a Turquía y Europa se hacen a través del territorio sirio. Jordania ha sufrido grandes pérdidas tras el cierre de los pasos fronterizos con Siria.
Irak no vive una mejor situación. El precio de petróleo está por debajo de los 80 dólares por barril y los gastos de entrenamiento y logísticos del Ejército y las fuerzas populares que luchan contra Daesh ha impuesto una gran carga al presupuesto del país.
En el caso de Turquía, los perjuicios del conflicto sirio se hacen visibles cada día más en la economía de este país. Antes de la guerra, Siria e Irak eran los países que contribuían al crecimiento económico de las regiones sureñas turcas y también de Ankara. Estos dos países tenían una cuota importante en el comercio turco y esto resultó en el aumento del crecimiento económico de Turquía. Pero la guerra en Siria, tergiversó estos logros. Como un ejemplo, la cantidad de las exportaciones desde la ciudad turca de Hatay en noviembre de 2012 llegó a la mitad de lo que era en 2010. Estos cambios, se ven en todas las provincias sureñas de Turquía.