Alwaght- En la actualidad, las relaciones entre Rusia y los Estados Unidos se han complicado mucho, incluso más que en la época de la Guerra Fría. En la Guerra Fría, los fundamentos de las relaciones bilaterales eran claros, pero ahora no hay ninguna norma definida en las relaciones ruso-estadounidenses.
Entonces, se puede decir que, por lo menos, hay tres escenarios para las relaciones entre Rusia y EE.UU. que podrían influir en el futuro del sistema internacional:
1) La colaboración estratégica
Según este escenario, mejorarán las relaciones ruso-estadounidenses y se desarrollarán sus relaciones económicas y colaboraciones estratégicas a nivel internacional. En el pasado, el expresidente ruso, Dimitri Medvedev, y el presidente estadounidense, Barack Obama, buscaban este modelo en sus relaciones, pero se enfrentaron a muchos retos
Entonces, se puede decir que la realización de este modelo en las relaciones ruso-estadounidenses era imposible. De hecho, hay muchas diferencias entre Rusia y EE.UU. que no permiten a ambas partes tener colaboraciones estratégicas. El aumento de la influencia de EE.UU. en Asia Central y el Cáucaso, la expansión de la OTAN hacia el este y el despliegue del sistema antimisiles de la OTAN en Europa del Este son unas de las diferencia principales entre Rusia y los Estados Unidos. Entre tanto, la crisis de Ucrania ha aumentado la tensión entre Moscú y Washington y ha deteriorado los vínculos entre ambos países.
2) La nueva guerra fría
De acuerdo con este escenario, las relaciones ruso-estadounidenses se estropearán como en la época de la Guerra Fría. A finales del mandato del expresidente de Estados Unidos George W. Bush, se deterioraron las relaciones de Moscú y Washington. Tras el inicio de la crisis ucraniana, puede verse que de nuevo se repite este modelo de relaciones entre ambos países. Al parecer ciertas personas en EE.UU. y Rusia buscan estropear las relaciones de estas dos potencias. Cabe mencionar que la Guerra Fría se basa en el “conflicto ideológico” y en la “competencia geopolítica”.
De momento, no existe un conflicto ideológico en los nexos ruso-estadounidenses, pero se puede ver la competencia geopolítica que ha provocado la crisis de Ucrania. Por lo tanto, en esta situación, no se puede hablar sobre una nueva guerra fría entre ambos países.
3) Una colaboración estratégica reduciendo las disputas
Según una ley aprobada en 1945, un país no tiene derecho de ocupar otro país. Rusia ha violado esta ley, pero el Occidente no puede aislar completamente a este país porque tiene intereses comunes con Moscú en los campos de la seguridad nuclear y la lucha con el terrorismo, y asimismo, en los asuntos acerca del Ártico (el área alrededor del Polo Norte) y el Oriente Medio, como en sus relaciones con Irán y Afganistán.
Por lo cual, si Rusia y EE.UU. cortan sus colaboraciones, no se resolverán los principales problemas internacionales, como la proliferación nuclear o la destrucción del medio ambiente. Según este escenario, Rusia y EE.UU. colaboran en muchos asuntos importantes aunque tienen muchas diferencias y ambos buscan la hegemonía en el mundo.
En realidad, ambos países no podrán eliminar sus diferencias, pero tendrán que reducirlas, y a pesar de sus disputas y diferencias, obtendrán colaboraciones estratégicas en el marco de sus intereses. Dentro de este contexto, EE.UU. debe considerar cuatro puntos en su política hacia Rusia:
1) Rusia considera el espacio de la Unión Soviética como su esfera de intereses vitales lo que está en contra de los intereses estadounidenses.
2) En el campo geopolítico, Moscú intenta regresar al sistema anterior, al modelo que fue favorable para las grandes potencias en el siglo XIX, pero Washington define el sistema internacional en base de las normas modernas.
3) Rusia insiste en su estrategia de seguridad basada en el uso de armas nucleares contra las amenazas, lo que se considera un gran obstáculo para los planes norteamericanos.
4) Los servicios de inteligencia y seguridad de Rusia tienen una postura antiestadounidense lo que es considerado como una amenaza para las fuerzas militares norteamericanas.
De todos modos, siempre hay una “competencia geopolítica” entre Rusia y EE.UU. y sus diferencias no permiten que haya una colaboración completa en todos los campos. Por ejemplo, todavía tienen diferencias respecto al papel de la OTAN en la seguridad de Europa.
Además, Rusia se opone al despliegue de sistemas de defensa antimisiles de EE.UU. en Europa y Washington trata de limitar el acceso de Moscú a las nuevas tecnologías. Desde el punto de vista ruso, hace mucho tiempo se impusieron las sanciones de los mercados de EE.UU. y la Unión Europa (UE) contra Rusia y no tienen relación con la situación de Ucrania.
EE.UU. y la UE no han calificado a Rusia como su enemigo, pero han apoyado a los grupos anti rusos en las fronteras de este país.
A pesar de estas diferencias entre Moscú y Washington, parece que Rusia intenta no enfrentarse al Occidente ni aislarse. De hecho, a pesar de las rivalidades en diferentes campos, Rusia y EE.UU. necesitan colaborar juntos en diferentes terrenos. Por lo tanto, es más probable que las relaciones ruso-estadounidenses continúen en el marco de un tercer escenario.