La ley japonesa no permite a las mujeres heredar el trono ni mantener los privilegios reales si se casan con ciudadanos comunes.
La princesa japonesa Mako, nieta mayor del actual emperador Akihito, ha oficializado su compromiso con su novio plebeyo, informa el periódico 'The Mainichi'. Cuando la pareja se case, la princesa perderá su estatus como miembro de la familia real.
El pasado 3 de septiembre la princesa organizó una rueda de prensa en el palacio de Akasaka en Tokio (Japón) para oficializar su compromiso con Kei Komuro, empleado de un despacho de abogados y aficionado a tocar jazz al piano.
La ley vigente establece que las mujeres no pueden heredar el Trono del Crisantemo, el trono imperial de Japón. Como el elegido no pertenece a una familia real, la princesa será privada de su título y pasará a ser una ciudadana común cuando se case, según lo establece legislación del país asiático.
Los novios, ambos de 25 años, se conocieron hace cinco años en la Universidad Cristiana Internacional de Tokio cuando eran estudiantes. En aquella época Komuro participó en una campaña para promover el turismo de playa en la ciudad de Fujisawa, al sur de la capital, en la que desempeñó el papel del 'príncipe del mar'.
Mako confiesa que al principio se sintió atraída por la "sonrisa radiante como el sol" de Komuro, quien, con el tiempo, se le reveló como "un hombre sincero, determinado, trabajador y con un gran corazón".
La pareja se había comprometido en mayo, pero hasta ahora la relación no había sido anunciada de manera formal. Según los medios japoneses, los padres de la princesa Mako, el príncipe Akishino y su mujer Kiko, han aprobado su decisión.
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