El avión, un caza de combate F-16 saudí, fue impactado y posteriormente se estrelló en la zona de Bayt Khayran del distrito de Bani Harith al norte de Saná. Al parecer, el avión de combate había llevado a cabo una serie de ataques aéreos contra la base aérea yemení de al-Dailami.
Dos de los cohetes del avión de combate se han quedado sin explotar en el incidente.
El 11 de mayo, los combatientes de Ansarolá también derribaron un avión de combate de Marruecos F-16 que violaba el espacio aéreo yemeí en el Valle Noshour en la provincia de Saada, según la televisión al-Massirah de Yemen
Desde el 26 de marzo, la coalición árabe liderada por Arabia Saudí está llevando a cabo bombardeos de las posiciones del movimiento chií Ansarolá, que tomaron el control de una parte de Yemen.
Cabe mencionar que entre tanto casi 4.000 soldados saudíes han desertado de sus bases fronterizas en previsión de la orden de su gobierno de proceder con la invasión militar terrestre en Yemen. Los ataques militares aéreos saudíes contra Yemen continúan cobrándose vidas.
Los expertos europeos estiman que el Ejército saudí carece de la moral necesaria para lanzar una invasión terrestre a Yemen, lo cual sería equivalente a un suicidio para Arabia Saudí.
Según la Organización Naciones Unidas (ONU), desde el 19 de marzo, más de 1.800 personas han muerto y 7.330 resultaron heridos a causa del conflicto en Yemen.