Alwaght- Teniendo en cuenta los recientes sucesos en las esferas política y militar de Yemen, la situación de este país se observa cada vez más compleja. Según la mayoría de expertos, Yemen tiene por delante un futuro incierto y ambiguo, sobre todo, si se consideran la coincidencia de dos últimos acontecimientos: la infructuosa conferencia de paz para Yemen, celebrada en Riad, capital saudí, y la reanudación de los ataques aéreos saudíes contra el país árabe después de una tregua de cinco días.
En tales circunstancias y mientras continúa el apoyo occidental y árabe a Arabia Saudí, por un lado, y la resistencia del pueblo revolucionario de Yemen, liderado por el movimiento popular Ansarolá, por el otro, se prevén varios guiones para el futuro yemení, los cuales se explican a continuación:
1. La coalición árabe, cuyo eje es el régimen de Riad, continúa con sus ataques aéreos con el fin de presionar a Ansarolá y los comités populares a fin de obligarlos a retirarse de sus principios revolucionarios. En tal situación y debido a los enfrentamientos de Ansarolá y los comités partidarios vinculados a ese movimiento en el frente interno, no habrá una respuesta contundente a los ataques, sino Ansarolá intentará crear una coalición con otras corrientes políticas del país a fin de extender su dominio sobre todo Yemen.
Por tanto, bajo esas fuertes presiones los revolucionarios estarán obligados a aceptar el diálogos en aras de acabar con los ataques e impedir la matanza del pueblo inocente e indefenso y la destrucción total de las infraestructuras del país.
2. En respuesta a los ataques saudíes, el movimiento Ansarolá intentará entrar en el territorio de Arabia Saudí o por lo menos atacar ciertos puntos estratégicos de ese país. En tanto, las fuerzas de la coalición intentarán entrar en el territorio yemení y, como consecuencia, estallará una guerra total entre las fuerzas revolucionarias y las fuerzas de la coalición.
En tal enfrentamiento, las fuerzas de la coalición no escatimarán esfuerzos para expulsar a las fuerzas militares vinculadas a Ansarolá de la capitalina ciudad de Saná y las regiones estratégicas y, de esa manera, preparar el terreno para el retorno al poder del dimisionario presidente yemení Abdu Rabu Mansur Hadi y sus partidarios.
3. El movimiento Ansarolá y los comités populares centrarán sus capacidades militares en el campo interior, para luchar contra elementos corruptos y el grupo terrorista Al-Qaeda. En este eventual escenario, las fuerzas revolucionarias intentarán formar un gobierno de transición y gobernar el país. Empero, teniendo en cuenta las presiones internacionales, parece imposible que los revolucionarios puedan tener mucho éxito.
4. Debido a la historia de guerras militares en la región de Oriente Medio y la mediación de una tercera parte para el fin de la guerra, uno de los guiones puede ser que algunos países regionales o extra-regionales, como Omán o Rusia, entre otros que se oponen a cualquier tipo de operación militar en Yemen, propongan iniciativas moderadas, con el fin de lograr un acuerdo entre las partes y acabar con la guerra.
Al tener en cuenta las condiciones de Yemen y sus actores, el cuarto guion es el más probable, ya que los ataques aéreos de Arabia Saudí en algún momento concluirán y, además, este país no tiene la capacidad necesaria para iniciar una agresión terrestre a Yemen. Por otra parte, no parece que Ansarolá tenga la intención de rendirse y retirarse de sus posiciones revolucionarias. En tal circunstancia es probable que terceras partes entren en escena como mediadores a fin de lograr un acuerdo que ponga punto final a la guerra. Pero el nivel del éxito de las partes en el logro de sus objetivos dependerá de los futuros avatares y el desarrollo de los procesos políticos y de seguridad en Yemen.