El Consejo de Ministros aprueba un decreto que regula por primera vez los productos relacionados con el tabaco, incluidas las hierbas para fumar
No es tabaco, pero los cigarrillos electrónicos deberán llevar a partir de ahora una advertencia sanitaria que deja claro que no es un producto inocuo. La leyenda ocupará un 30 por ciento de la cara exterior del envasado y advertirá: «Este producto contiene nicotina, una sustancia muy adictiva. No se recomienda su consumo a los no fumadores». Así, se quiere evitar que el cigarrillo electrónico se convierta en otra puerta de entrada al tabaco. Es la primera vez que el Gobierno español regula estos dispositivos y lo hace equiparándolos con el tabaco. Controla su composición (volumen de nicotina), etiquetado y también requisitos de seguridad para los más jóvenes.
El Consejo de Ministros dio ayer luz verde a esta nueva regulación en un Real Decreto, aunque no lo ha hecho a iniciativa propia. Traspone una directiva europea que España estaba obligada a asumir y lo hace con un año de retraso, aunque no ha sido el único país europeo en retrasarse. El Real Decreto se acompaña de un anteproyecto de ley con el que se culmina la trasposición de la normativa de tabaco.
El control del etiquetado del cigarrillo electrónico no es el último paso que Europa quiere dar para controlarlo. También se establece un sistema de notificación de efectos adversos para vigilar cómo afecta a la salud. En caso de que tres países de la Unión notifiquen efectos adversos, la Comisión Europea podría prohibir el producto en el resto de los países.
Regular la cachimba
La nueva normativa regula también por primera vez las hierbas para fumar, aquellas que no contienen tabaco ni nicotina y se elaboran con especias y productos botánicos, ya sea para fumarla como si fuera un cigarro o en una cachimba o pipa de agua. Como en el caso de los cigarrillos electrónicos, se consideran una puerta para la adicción en la población más joven. Estos productos, considerados naturales, llevarán también advertencias sanitarias.
El Real Decreto, que entrará en vigor tras la publicación en el BOE, trae otras novedades. Se prohíbe la venta de tabaco con aromas característicos, vitaminas, cafeína, taurina -el componente de bebidas energéticas como el Red Bull- y otros aditivos que prometen a los consumidores conseguir más vitalidad y energía. Así como aditivos que faciliten la ingesta o la inhalación de nicotina y aditivos tóxicos .
Al tabaco convencional también le afecta la nueva normativa. Todos los fabricantes deberán llevar en sus envases advertencias combinadas (textos e imágenes disuasorias) en las caras anterior y posterior hasta ocupar una superficie del 65% de las cajetillas. En el caso de las bolsas de picadura, las advertencias deberán ocupar el 50% de la superficie del envase.
La marca blanca, a estudio
El nuevo Real Decreto no incluye, sin embargo, la prohibición de la marca comercial, como ya han hecho otros países europeos. En España no habrá tabaco de «marca blanca». Sobre esta cuestión, Sanidad ha dicho que «estudiará toda la evidencia científica del impacto de esta medida en la protección de salud de la población».
Desde las empresas relacionadas con el cigarrillo electrónico, el nuevo Real Decreto no ha sido bien recibido. Creen que se genera un marco «hiperegulado» para este tipo de productos que lastra a las empresas. «Las cargas administrativas que se generan van a lastrar el crecimiento e incluso la viabilidad de muchas pymes de nuestro sector», explicó Arturo Ribes, presidente de las empresas de cigarrillo electrónico. Por su parte, la Mesa del Tabaco cree que España «se sitúa al límite máximo de la regulación».
abc